Una Noche No Es Suficiente

Una novela que sin duda te llevara al limite de tus sentidos!!!

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  1. Alex_Bonita
     
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    Hola chicas como están lo se la mayoría odiándome x ser una completa irresponsable, pero verán no he tenido un buen comienzo de año, ya que no solo me atrase en la escuela x mis excesivos viajes, si no que también tuve un conflicto con unas amigas incluyéndome en sus diferencias y ahora si que quede entre la espada y la pared a causa de ellas, pelee con Johnny, x que sin querer tuve un desliz con un amigo (al que x cierto ya no le hablo) se que no tengo justificación x ello, pero verán les juro que yo no quería que pasaran las cosas, al final logre hablar con él al respecto de esto no me mando literalmente x un tubo, sino que tuvo la delicadeza de que nos diéramos un tiempo así que no se que vaya a pasarzzz, debido a la influencia que tiene mi abuelo y mi familia (hablando económicamente) secuestraron a uno de mis primos hace un par de semanas atrás, Gracias a Dios el esta bn aunque tendrán que llevar toda la familia un largo proceso de recuperación, sufrí la perdida de una excelente compañera, ella falleció victima de una infección en el pulmón el único consuelo es saber que ahora ella esta reunida con su mami (la cual había fallecido 2 meses atrás :( )como verán no ha pintado para ser un buen año, espero que con el tiempo se pueda llegar a mejorar….. x lo pronto en unas cuantas semanas es la boda de una de mis mejores amigas y se que nos la pasaremos genial así como para estas vacaciones de semana santa me iré a San Francisco!!!! la vdd es que necesito despejarzzz todas mis ideas y aclarar todo lo que traigo dentro, x que si me siento fatal!!! Ahora que ya saben en que he andado metida les reitero una enorme Disculpa, lo se no tengo perdón de Dios jejeje!!!! No me despido no sin antes darles la BIENVENIDA a la nueva lectora Natys como siempre lo he dicho siéntete como en casa!!!... en fin.... aqui les dejo un mini maratón para recuperar el tiempo perdido!! espero que tengan un excelente inicio de semana!!!.. Las Mega Quiero!!! Kissitos!!!


    Capitulo 5


    Mientras observaba cómo ella se marchaba, Nicholas sintió que tenía la cabeza a punto de estallar. Aquello no podía estar ocurriéndole. Sabía que a los instaladores de teléfonos les encantaba hilar historias de mujeres sedientas de sexo que los esperaban en su lugar de trabajo, pero, en la mayoría de las ocasiones, dichas historias no eran ciertas o los hombres se veían envueltos en una pesadilla con una mujer psicópata. Pero no creía que aquella abogada fuera una psicópata.

    Sus rosadas mejillas y sus temblorosas manos le habían dicho que estaba nerviosa. Nerviosa y decidida, del modo en el que una mujer podía estar si tuviera una fantasía sin cumplir y una aburrida monogamia la estuviera esperando para adueñarse de ella. Podía comprenderla.
    Desgraciadamente, creía su historia y aquello debería hacer que le fuera fácil tomar una decisión. Servir como fantasía de una noche para luego desaparecer no era su estilo, y mucho menos con una mujer como aquella. Le daba la sensación de que ella podría ser exactamente el tipo de mujer que estaba buscando y precisamente por eso no querría desaparecer.

    Por lo tanto, lo mejor que podría hacer sería marcharse de aquel bufete. Regresaría al cabo de unas horas para terminar su trabajo. Después de todo, tras aquella descarga de adrenalina, no iba a dormir mucho.

    Entonces, ¿por qué seguía allí? En lo más profundo de su ser, conocía el porqué. Aparte de la evidente tentación sexual, ella representaba un desafío, algo de lo que había carecido en su vida últimamente. Su negocio ya no le proporcionaba aquella clase de excitación. Era simplemente la rutina diaria.

    Ella le había dado exactamente una oportunidad para que pudiera hacerle cambiar de opinión sobre lo de irse a vivir con su novio. Si conseguía que así fuera, podría pasar a la fase número dos y convencerla de que era precisamente Nicholas el hombre que necesitaba. De repente, vio su vida tal y como la había imaginado. Una esposa, un hogar y una familia como la que él había tenido en su Infancia. Sus padres no hacían más que preguntarle sobre su vida amorosa, o, más bien, la falta de la misma. Estarían encantados de saber que había encontrado a la mujer de sus sueños.

    Además, le daba la sensación de que aquella mujer lo obligaría a reducir su volumen de trabajo. Necesitaba desesperadamente una compañera que lo sacara de la rutina, porque no podría conseguirlo él solo. Lo único que tenía que hacer para conseguirlo era derrotar al novio de aquella mujer.

    Ella probablemente ni siquiera consideraría que Nicholas podría ser un adversario para un abogado que era tan importante como para tener que ir a Suiza de viaje de negocios. Podría decirle que era el dueño de Mercury Communications e igualar aquella situación, pero estaba acostumbrado a trabajar en desventaja. De hecho, funcionaba mejor cuando tenía las posibilidades en contra.

    Además, sentía que el novio estaba también en desventaja. Si él hubiera sido capaz de que las sábanas ardieran cada vez que se acostaba con su abogada, ella no estaría buscando una aventura sexual en el momento en el que él se marchaba de la ciudad. Nicholas tenía muchas probabilidades de ganarle en el terreno sexual, especialmente por la fantasía que ella había elegido.

    ¿Significaba todo aquello que estaba considerando seriamente la proposición que ella le había hecho? Si le hablaba a cualquiera de lo ocurrido, podría arruinar su reputación en un instante. La responsabilidad por el bienestar de sus empleados le pesaba en la conciencia.

    Pensó en cómo lo había mirado mientras esperaba que se decidiera. Su instinto le decía que, probablemente, no hablaría con nadie de lo ocurrido, su instinto no lo había traicionado nunca. No. No podía utilizar sus responsabilidades laborales para huir de aquella situación.

    Finalmente, tuvo que admitir que no quería excusas. Aquella desconocida tenía todo el potencial para ser todo lo que deseaba en una mujer. Físicamente, era perfecta. Además, era inteligente y sexy, a juzgar por la fantasía que deseaba tener antes de verse inmersa en la rutina de la monogamia.

    Lentamente, se desabrochó el cinturón de herramientas. Los dedos le temblaban un poco. Justo cuando lo dejó sobre el mostrador de recepción, su teléfono comenzó a sonar.

    Como era de esperar, la persona que había llamado era uno de sus clientes más antiguos, que había tenido un problema con su teléfono, pero que no había podido llamar hasta entonces. Había tenido que hacerlo justo cuando una apasionada mujer lo estaba esperando, una mujer que parecía tener todas las características para un final feliz. No recordaba la última vez que había tenido una perspectiva como aquella. El cliente tendría que esperar.

    —Lo siento, George —dijo—. Me has llamado en un mal momento. Te llamaré mañana por la mañana y podremos hablar entonces.

    Cortó la llamada antes de que George pudiera darle más explicaciones. Entonces, apagó el móvil. Cuadró los hombros y se dirigió hacia el lugar por el que ella había desaparecido. No tenía preservativos, así que tendría que ser creativo a la hora de satisfacerla. Pensó que creatividad era precisamente lo que ella buscaba.

    Con el pulso a punto de estallar, se dirigió hacia la única puerta por la que se veía luz por debajo. En el interior del silencioso despacho, estaba seguro de que ella lo oiría acercarse. Se preguntó cómo la afectaría aquel hecho, sabiendo que su fantasía estaba a punto de hacerse realidad. Y así sería. Nicholas ya había planeado la noche de sexo más memorable que aquella mujer hubiera tenido nunca, tanto que no podría deshacerse de él… nunca.

    Cuando entró en el despacho, vio que la mujer, la mujer de sus fantasías, estaba apoyada contra la parte frontal del escritorio, esperándolo.

    La respiración se le había acelerado. El cuello de la blusa le temblaba, ya que se había desabrochado tres de los botones de modo que se vislumbraba el encaje del sujetador. La blusa era de manga larga, con botones de perlas en el cuello y en los puños, y estaba perfectamente metida por debajo de una falda azul marino que le llegaba un par de centímetros por encima de las rodillas.

    Unas medias de nylon, también azul marino, cubrían sus esbeltas piernas. Llevaba unos zapatos de tacón de punta afilada de aspecto muy caro. Se estaba enfrentando con una profesional, una abogada que quería que destruyera aquella perfecta imagen de éxito, que quería que le subiera la falda por encima de las caderas y que le bajara las braguitas hasta los tobillos.

    Aquella imagen casi destruyó su compostura. A pesar de todo respiró profundamente y contuvo la necesidad de abalanzarse sobre ella e inmovilizarla sobre el escritorio. Dio un paso al frente y capturó su aroma, en el que la dulzura del azahar se mezclaba con el olor de su excitación. La boca se le hizo agua.

    —Veo que te has decidido a arriesgarte —dijo ella, con voz coqueta.

    —Sí…

    Miró aquellos ojos azules y sintió como si los hubiera mirado como amante en muchas otras ocasiones, a pesar de que ni siquiera conocía su nombre. Sin embargo, lo descubriría. Aquel era su despacho y su nombre estaría escrito en alguna parte. Conseguir aquella información era importante, dado que planeaba llevar aquella situación más allá de la aventura de una noche que ella le había propuesto.

    —Muy bonito —comentó él, mirando a su alrededor.

    Todos los muebles eran color rosa. Se alegró de ver que el escritorio era fuerte y resistente, ya que lo iba a necesitar. Seguía cubierto de papeles y de archivos. Tal vez era así como ella lo deseaba. El ordenador estaba en una mesa auxiliar, aparte, pero el teléfono podía estorbarle para lo que tenía en mente. No importaba. Después de todo, le iban a instalar un teléfono nuevo.
    Notó que tenía las persianas cerradas, por lo que comprendió que no le gustaba el exhibicionismo. Además, en el despacho había un archivo de madera, una librería repleta de libros de Derecho y un aparador con un jarrón de flores de seda y algunas fotos enmarcadas. Dos butacas que debían de haber estado al lado del escritorio se hallaban contra la pared. Evidentemente, ella le estaba dando espacio para maniobrar
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    Capitulo 6


    Evidentemente, ella le estaba dando espacio para maniobrar.

    Notó que había un par de alcayatas vacías. Comprendió que ella había quitado los diplomas antes de que él llegara. Si había una placa con su nombre sobre la mesa, había desaparecido también. No quería que supiera quién era, pero él lo descubriría de todos modos. Una mujer ansiosa de experimentar un deseado orgasmo podía resultar muy vulnerable. Descubriría todo lo que tuviera que descubrir.

    A pesar de la ausencia de diplomas, colgaba de la pared una acuarela en tonos rosados que, para el observador casual tal vez no significara nada. Sin embargo, para Nicholas el cuadro trataba con toda seguridad sobre el sexo.

    —¿Te gusta? —preguntó ella, suavemente.

    —¿Qué se supone que es?

    —Se titula Tonalidades del rosa. Lo compré en una feria de arte. Supongo que se puede
    interpretar como uno quiera.

    —¿Cómo lo interpretas tú?

    —A mí… a mí siempre me ha parecido la representación de un orgasmo. Nunca se lo había dicho a nadie, porque probablemente no sea eso en absoluto, pero…

    —Lo has colgado en la pared porque te gustaba esa interpretación.

    —Sí. Supongo que sí.

    —De eso se trata precisamente esta noche. De ser sexualmente sinceros, tal vez por primera vez en nuestras vidas.

    —Sí —susurró ella. La respiración se le había acelerado.

    —Comenzaré yo. Nunca me he sentido tan excitado por una mujer ni por la perspectiva de tener relaciones sexuales. Quiero poseerte ahora mismo. Quiero levantarte la falda hasta la cintura, desabrocharme los vaqueros e inmovilizarte contra el escritorio. Quiero desgarrar la ropa interior que lleves puesta y hundirme en ti…

    Ella abrió la boca para respirar profundamente.

    —¿Te escandalizo?

    —No, no… Eso es precisamente lo que yo deseo también.

    —Pues serías una inconsciente si me lo permitieras. No tengo preservativos.

    Lentamente, ella extendió la mano. Tenía los dedos cerrados, pero, cuando los abrió. Nicholas vio que tenía un paquetito cuadrado en la palma de la mano.

    Él miró el condón y luego la miró a ella. Entonces, la joven habló, casi murmuro.

    —Aquí tienes…

    El deseo se apoderó de él con tanta fuerza que lo hizo temblar. Esperó que pasaran los temblores y entonces, agarró aquella mano en la suya y, con preservativo y todo, se la llevó a los labios.

    Primero, besó la punta de cada uno de los dedos. Y entonces fue ella la que se echó a temblar. A continuación le chupó suavemente las yemas de los dedos sin dejar de mirarla a los ojos. Vio que los párpados de ella temblaban y que su respiración se hacía más elaborada.

    —Yo pensé… que querías… poseerme enseguida…

    —Así es… pero, por el contrario, pienso hacerlo muy lentamente —susurró él, haciendo que agarrara el preservativo con los dedos húmedos. Le desabrochó el botón de perla del puño, le subió la manga hasta el codo y comenzó a depositar suaves besos justo en el lugar donde le latía el pulso—. Duro y rápido resulta muy excitante, pero lento y seductor lo es mucho más. Dejaré que me guardes el preservativo hasta que esté listo para utilizarlo.

    —¿Y si yo estoy lista ahora mismo?

    —Si crees que estás lista ahora mismo… —susurró, con una sonrisa en los labios, mientras le desabrochaba el segundo puño— piensa en lo lista que estarás dentro de un rato. Bien —añadió, al ver la pasión que se reflejaba en los ojos de ella—. Ahora te estás imaginando todas las posibilidades que tenemos.

    Comenzó a desabrocharle lentamente la blusa, aunque manteniendo las distancias que había entre ellos.

    —¿Te has quedado desnuda alguna vez en este despacho?

    —No —musitó ella.

    —¿Has tenido alguna vez relaciones sexuales aquí? —preguntó, mientras le sacaba la camisa del interior de la falda y se la abría para revelar los pechos más dulces que el encaje y la seda habían moldeado nunca.

    —No.

    Aquello significaba que el abogado no había llevado a cabo antes aquella fantasía en particular.

    ¿Cómo podía ser que él fuera el hombre de su vida?

    —Esta noche, yo deseo las dos cosas —susurró él. Le quitó la blusa y la dejó caer sobre los papeles que había sobre el escritorio—. Hay algo muy excitante sobre estar desnudo en un lugar en el que la gente suele llevar trajes de negocios.

    —Me parece irreal que mañana vaya a volver a trabajar aquí, como siempre…

    —Sí —dijo él, mientras le abría el broche del sujetador, que se encontraba entre los senos—.

    Quiero que mañana estés pensando todo el día en esto.

    —Lo haré —prometió ella, temblando.

    Él le bajó el sujetador con la intención de dejarlo caer sobre el mismo lugar que la blusa. Sin embargo, se había quedado tan hipnotizado con los senos que acababa de dejar al descubierto que la prenda se le cayó al suelo.

    Aquel verano, ella había estado al sol. La piel dorada se convertía en un tono más pálido justo donde el bikini había tapado a duras penas los rosados pezones. Se erguían en tensa promesa y lo invitaban a que los acariciara con los dedos. De algún modo, él encontró la fuerza para
    resistirse.

    —¿No… no quieres tocarme?

    —Sí, claro que sí, pero todavía no…

    Le daba la sensación de que su novio debía de ser algo previsible, por lo que él no lo sería.

    Cuando ella ya no lo pudiera soportar más, comenzaría a acariciarla.

    Encontró la cremallera de la falda y la bajó. La falda cayó fácilmente al suelo. Al ver el liguero de encaje blanco que sujetaba las medias azul marino, sintió que su erección luchaba por escapársele de la tela que aún la cubría. Era como si aquella mañana, ella se hubiera vestido pensando en él. A cada paso se mostraba más como la mujer que había estado esperando encontrar.

    Ella se sacó la falda de los pies y, con una suave patada, la apartó a un lado.

    —¿Te vas a desnudar tú también? —preguntó.

    —¿Te gustaría? ¿O quieres que…?

    —Sí. Quítate la camiseta —le ordenó ella. Sin decir una palabra, él se la sacó por la cabeza y la
    dejó caer sobre la alfombra—. Pareces muy fuerte…

    —Lo suficiente para lo que tengo en mente esta noche.

    Sin dejar de mirarla, se arrodilló delante de ella y comenzó a acariciarle suavemente los muslos. Se mostraba cálida y temblorosa ante sus caricias, al tiempo que un tentador aroma se le escapaba de entre las piernas. Suavemente, él le quitó uno de los zapatos y comenzó a acariciarle la planta del pie.

    —Te deseo… —gimió ella.

    —Lo sé —replicó él. Le bajó una media y se inclinó sobre su piel para deslizarle la lengua por la
    pierna a medida que iba retirando la prenda del todo.

    —Quiero…

    —Dímelo. Cuéntame tus secretos…

    —Hazme alcanzar el orgasmo…

    —¿Cómo quieres que lo haga?

    Ella le agarró la cabeza y lo llevó hasta el triángulo de encaje y de seda que le cubría la entrepierna. Suplicó una vez más, de un modo urgente…

    —Con la lengua… por favor… No puedo esperar…

    Como si él pudiera resistirse estando tan cerca de ella y rodeado por su aroma.

    —Cuando estés completamente desnuda…

    —Entonces, desnúdame. Ahora mismo.

    Él le agarró el liguero y las braguitas al mismo tiempo y se los bajó con un rápido movimiento. Cuando ella se los sacó de los pies, se detuvo para mirarla. La mujer de sus sueños estaba completamente desnuda, rodeada por el elegante ambiente de su despacho de abogado. El contraste era absolutamente delicioso y quería saborearlo antes de dejarse llevar por el deseo.

    Cuando le agarró el trasero, ella volvió a gemir. Aquel ligero sonido le hizo saber que estaba desesperada por alcanzar el placer. Se inclinó sobre su cuerpo y deslizó la lengua entre los suaves rizos para saborear el paraíso.

    El preservativo que ella tenía en la mano cayó al suelo, al lado de él, un segundo antes de que le agarrara la cabeza con las manos y comenzara a temblar.

    Poco a poco, colocó los muslos sobre sus hombros y fue empujándola suavemente hasta que estuvo sentada sobre el borde del escritorio. Cuando comenzó el festín, ella gimió de placer y se agarró con fuerza a su cabello. El sabor de su cuerpo era celestial y se le deshacía en la lengua como el chocolate caliente. La obligó a abrir las piernas más y, con un suspiro de rendición, ella extendió una pierna sobre el escritorio. Haciendo que los papeles crujieran y terminaran en el suelo.


    Capitulo 7

    La acarició con la lengua y deslizó los dedos para entrar profundamente en su húmedo calor, estimulándola y tocándola hasta que sus gritos comenzaron a hacerse más intensos y su respiración más elaborada.

    Entonces, cuando se rompió la tensión, el despacho resonó con los sonidos de su éxtasis. La entrepierna de él palpitaba con una tensión casi insoportable. Deseaba despojarse de los pantalones y penetrarla mientras aún estaba presa de las convulsiones del placer, pero no quería negarle nada del gozo que ansiaba darle. La acompañó en su clímax, lamiendo el néctar de su dicha e incrementando las contracciones con el ritmo del movimiento de los dedos.

    Por fin, los temblores terminaron y los músculos se relajaron. Entonces le agarró la cintura y comenzó a besarle el vientre. Gradualmente, fue incorporándose del suelo para recostarla encima del escritorio, dejando que los papeles cayeran por todas partes. De puro milagro, el teléfono no cayó.

    Ella colocó las manos sobre la mesa y arqueó la espalda, como si estuviera anticipando el siguiente movimiento. Él le tomó un pezón entre los dientes y los deslizó suavemente por la punta.

    —Sí… —gimió ella—. Oh, sí…

    Sin dejar de mordisquearle el pezón, comenzó a acariciarle el otro seno muy suavemente.

    —Nos veo… en el cristal del cuadro —murmuró ella.

    —¿El cuadro del orgasmo? —preguntó, lamiendo el camino hasta llegar al otro seno.

    —Sí…

    —¿Te gusta vernos?

    —Sí —susurró ella, ahogando la voz cuando sintió que él comenzaba a chuparle el otro pezón.

    Sintió que volvía a estar lista. Sin dejar de mordisquearle suavemente el seno, deslizó dos dedos entre sus húmedos rizos.

    —Ahora, podrás verte mientras alcanzas un orgasmo —musitó, contra la humedad de su piel.

    Con un suave gemido de asentimiento, ella abrió las piernas y lo invitó a acceder a su interior. Lentamente, comenzó a acariciarla hasta que se tensó alrededor de sus dedos. Nunca había estado con una mujer tan caliente, tan excitada.

    Había tenido la intención de darle la experiencia de toda una vida, pero se estaba volviendo contra él. Hacerle el amor a una mujer como ella era algo que solo había soñado hasta entonces. Lo hacía sentirse como si fuera el amante más dotado del mundo. El modo en el que ella respondía a sus caricias hacía que todo fuera posible.

    Incrementó el ritmo de los dedos y utilizó el pulgar para estimular el centro de su feminidad, gozando con cada gemido de placer que ella emitía y que la llevó irremediablemente a otro devastador orgasmo. Lo encontró al cabo de pocos segundos y comenzó a mover las caderas al ritmo de las caricias que él le proporcionaba, haciendo así que cayeran más papeles al suelo.

    Mientras trataba de tomar aire, él la soltó hasta que quedó acostada sobre la mesa, con las piernas colgando por el borde del escritorio. Entonces, se colocó entre sus muslos, se inclinó sobre ella y le puso las manos a ambos lados de la cabeza.

    —Ni siquiera te he besado todavía…

    —Bésame ahora…

    —Dime tu nombre.

    —No.

    —El mío es…

    —Ven aquí.

    Tiró de él y lo besó tan profundo, tan eróticamente, que las caderas se le empezaron a mover como si el pene luchara por salir de su confinamiento. Le tomó la lengua entre sus labios y la entrelazó con la suya, enredándola y sorbiéndola hasta que la necesidad que él tuvo por penetrarla fue tan fuerte que le abrazo todos los pensamientos que tenía en el cerebro. Tras liberarse de aquel beso tan sugerente, se apartó de la mesa lo suficiente para quitarse los zapatos, los pantalones y los calzoncillos.

    Recogió el preservativo del suelo, rasgó el envoltorio y se lo puso sobre el anhelante pene. Ella lo deseaba. Su cuerpo temblaba y brillaba de pasión. El cabello se derramaba por el borde del escritorio mientras le miraba la entrepierna.

    —¿Ahora?

    —Sí, ahora…

    —¿Aquí, encima del escritorio?

    —Por supuesto. Quiero que me coloques los tobillos alrededor del cuello para que yo pueda ver cómo ese trasero tan sexy que tienes se desliza una y otra vez sobre los papeles que hay encima de la mesa. Supongo que sabrás que se habrá corrido la tinta para cuando hayamos
    terminado.

    —No me importa —susurró ella. Tenía la respiración muy acelerada.

    —Creo que eso es precisamente lo que deseas. Un recuerdo…

    Le agarró las pantorrillas y se las levantó para que ella pudiera engancharle los tobillos alrededor del cuello y él pudiera penetrar las hermosas y rosadas puertas del paraíso… Vio cómo la punta del pene se introducía en el cuerpo de ella y eso fue casi suficiente para hacerle alcanzar el orgasmo.

    Con un suave murmullo de satisfacción, ella dejó las manos detrás de la cabeza. Y cuando Nicholas la miró a los ojos, vio que en ellos relucía la excitación.

    —Recuerda esto mañana —dijo, antes de hundirse más profundamente en su cuerpo.
    Hasta aqui....


    ¿Que pasara despues de esa noche?.. Volveras a ver a Nick.... Nick lograra saber tu nombre??... Todo esto y mucho mas en su nove "Una Noche no es Suficiente"... Chicas saben que las Mega Amo!! Kissitos!!!!
     
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  2. chelis
     
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    GUUUUUAUUUUUU!!!
    QUE CAAAPIIISSS
     
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  3. rosy1994
     
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    madre mía que capítulos tia :)
    alucine, me encantaron los capítulos :D
    sigue muy pronto por favor :)
     
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  4. chelis
     
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    OTROOO
     
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  5. natys
     
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    Gracias por la bienvenida, siempre leo toodas tus novelas y este capi, dios! que capitulos!! cuando puedas subes mas y porfis no te desaparezcas, y no te preocupes entiendo porque no pudiste subir, y ojala y las cosas mejoren, vas a ver que ya todo te va a ir super bien, te lo digo de corazon ;)
     
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  6. chelis
     
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    UN CAAAPIISSSS
     
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  7. rosy1994
     
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    otro capi plis
     
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  8. indiJB
     
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    holaa
    alex espero que pronto puedas continuarla
     
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  9. chelis
     
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    OTROOOO
     
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  10. natys
     
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    Porque no la sigues?? me deprimo por no saber que va a pasar me como las uñas!! ya no tengo uñas!!!! porfavor no seas cruel!!
     
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  11. chelis
     
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    ootrooooo
     
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  12. nathuii_martin_54
     
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    pleaseee otroooo
     
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  13. chelis
     
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    CAAAAPIISSSS
     
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  14. natys
     
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    Porque no subes, por favor nos tienes con la intriga!! mas de dos meses te lo pedimos porfavor! vuelveeeee!!!!!!!!!!
    Baby come back!!!!
     
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  15. chelis
     
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    SIGUEELAAAA
     
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163 replies since 18/12/2012, 03:27   3060 views
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