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ImSoHappyJonasB.
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Dolce Vendetta. Capítulo 1
Hace ya tres años que mi hermana falleció. Trágico acontecimiento para mi familia, aún seguimos sufriendo el luto.
Todo parecía indicar un suicidio, ya que, el día de su muerte ella aún sostenía el revólver en su mano. Un tiro en la sien cesó su respirar. Más el dolor me colmó por dentro.
Después de ver su pálido semblante, su macilenta complexión y las pronunciadas y desgarradoras cicatrices a lo largo de su antebrazo, divisé que en la mesilla que se encontraba al lado de su lecho, había una carta con pequeñas gotas de sangre.
Con un nudo en la garganta leí cautelosa:
‘France:
Aunque por más duro que sea, es necesario decirte la verdad. Ya me cansé de jugar con tus sentimientos, es hora que sepas que para mí solo eres una simple aventura. Creo que fue gustoso mientras duró, pero parece que esta relación la tomaste demasiado en serio, y… querida, no me proyecto contigo ni con nadie, no busco un futuro, ahora solo quiero disfrutar mi presente con mujeres, hermosas, pero no ingenuas y así de necias como lo eres tú, France. Por favor, abre los ojos. ¿Sabes? Me daba lástima cuando me decías que me amabas, y que yo era el lucero de tus ojos, el brillo en la obscuridad, el aire que quieres respirar día a día, que mi mano es la que quieres tomar hasta el final de tus días… no sabes cuánto me hiciste reír con tus cursilerías.
Y, ¿sabes qué fue lo que me hizo tomar esta decisión tan repentina? Me di cuenta que en la cama eres un asco. Yo quiero algo más, yo quiero acción, quiero diversión, quiero pasión, pero no una colegiala como tú, tan aburrida, tan preocupada de su futuro.
No niego que la primera vez que te vi, me cautivaste. Creí que tenías esa sensualidad en la sangre, porque también veía esa misma sensualidad en tus ojos, cuando iban dirigidos hacia mí… no fuiste más que un derroche de tiempo. Sinceramente, me arrepiento de haberte conocido, de hacer cruzado aquellas palabras contigo… ¿Tienes idea de que podría estar haciendo ahora? En vez de jugar a la mamá y el papá con una niña que apenas sabe hablar. Será mejor que pienses en cambiar, porque tu actitud de adolescente me está abrumando.
Besos y abrazos, dulzura.
Olvídame… J.Jonas’.
Al leer aquella carta, sabía que tan solo había un paso por seguir… vengarme, vengarme de aquél estúpido que hizo que mi hermana se quitara la vida. Sabía que ese infeliz pagaría cada palabra que le dirigió a ella, lo heriría tanto o más como él la hirió.
Después de leer la pequeña carta, rápidamente llamé a una ambulancia y a la Policía De Investigaciones. Cuando ellos estuvieron en el lugar, sacaron mis mismas conclusiones: se había suicidado por amor…
Ya después de haber pasado cuatro semanas, comencé con mi plan de venganza, esto no se quedaría así. Intenté de todas formas ubicar al tal ‘J. Jonas’, sinceramente no sabía quién era el tal ex novio de mi hermana, ya que, nunca me había comentado nada de él, más bien, siempre me decía que estaba saliendo con alguien maravilloso, pero que ya llegaría el tiempo de decirme, nunca supe.
Siempre en mi escuela había escuchado de los rompecorazones hermanos Jonas, todas las chicas morían por ellos, se rumoreaba que las mujeres caían rendidas tan solo con escuchar una palabra de ellos…
Al fin logré ubicarlos, según una joven, salían a las 14:00 hrs. Esperé a las afueras del salón, tratando que nuestro encuentro sea ‘inesperado’. Seguido de varios alumnos, salieron tres jóvenes muy guapos, que sin duda eran los ‘hermanos Jonas’, escondiéndome tras los casilleros traté de escuchar algo:
—Hey Jerry, me voy a casa con Lucie, nos vemos al rato. —Dijo un hombre de pelo corto y castaño obscuro, con unos hermosos ojos almendrados de color cafés, de cuerpo perfecto. Sin duda, después de escuchar su nombre relacioné la ‘J’ con la que se despide en la carta, podría ser él, Jerry. Me acerqué a él, pero no exageradamente, miré con plena concentración su rostro. Era hermoso, su perfecta cabellera, llena de rizos desordenados de un color castaño claro, sus ojos, bellamente almendrados, con un toque de miel en ellos, podía reflejarse el mismo sol. Sus enumerados lunares llamaron plena atención en mí, en su cuello, logré divisar varios, también en su mejilla derecha, daban un toque seductor en él. Sus labios, daban ganas insaciables de besarlos, de morderlos. Pero, su cuerpo, muy bien trabajado por cierto. Tras esa chaqueta negra de cuero, podía notarse la entallada complexión del joven Jonas. Y tras de ese ajustado pantalón, se podía disfrutar tan buena figura de sus piernas.
Se despidió del otro muchacho Jonas con un: Nos vemos, Kevin. Tras escuchar su nombre, el joven que parecía ser el mayor de los hermanos, fue descartado para mí. Simplemente me quedaba la única posibilidad, de que el chico Jerry sea el desgraciado que arruinó la vida de mi hermana.
Ahora si me acerqué a él, y lo miré fijamente, sin que se diera cuenta.
—Hola, disculpa, ¿tienes hora? —dije, mientras él chico me prestaba atención.
— ah sí, claro. —sonrió e inmediatamente miró su reloj. — son las 14:15…
— Muchas gracias. —sonreí. Me retiré pero a los segundos su voz me detuvo.
— Hey, ¡espera! —gritó mientras corría tras de mí.
— ¿Qué pasa? —sonreí nuevamente.
— y ¿eso es todo?
— ¿Por qué? ¿A qué te refieres? —reí.
— Es que, usualmente, cuando una chica pregunta la hora a un chico, es porque quiere invitarlo a salir. —posó una sonrisa torcida.
— ¿T-tú crees que yo quiero invitarte a salir? —reí burlona.
—Pues, si. Entonces porqué me preguntarías la hora teniendo reloj. —apuntó al reloj que tenía en mi muñeca.
—E-es que, este reloj… este reloj. —me interrumpió.
—No es necesario que me des explicaciones. Y bien, ¿quieres salir conmigo?
— ¡ME ESTÁS INVITANDO A SALIR! —exclamé mientras sonreía sonrojada.
—Sí, claro. Acaso, ¿no era eso lo que querías?
— No, yo no… yo no quería eso. Y-yo solo quería p-preguntarte la hora. —reí.
— Ah bueno, no me molestaría decirte la hora mañana también. —sonrió coqueto.
—Entonces, nos vemos mañana. —sonreí y le di un pequeño beso en la mejilla. Mientras caminaba hacia la salida, pero de pronto escuche su hermosa voz.
— ¡SOY JERRY! —gritó al otro lado del pasillo.
— ¡LO SÉ! —respondí mientras reía. Sonrió también y corrió hacia su automóvil y yo hacia el mío.
Sinceramente, tenía que comenzar a torturarlo, es obvio que lo dejaría plantado, no le haría tan fáciles las cosas. Primero, lo enamoraré, haré que se desviva por mí, tal como mi hermana se desvivió por él. Después, y la parte más dolorosa, será dejarlo, torturarlo, hasta que tenga un triste desenlace, igual como lo tuvo France. Por desgracia, iba al mismo colegio, pero, sino fue fácil no encontrármelo por toda una vida estando en el mismo recinto, pues, no será difícil no encontrármelo por un día, ¿no?...
Me arreglé y luego me dirigí a mi escuela, un poco nerviosa, temía encontrarlo. Eso arruinaría todos mis planes, pues, me arriesgué…
Llegué al maldito establecimiento para luego entrar rápidamente a clases, esperando no ser vista por ningún individuo. Lamentablemente, por desgracia, me di cuenta que aquel hermano de Jerry, estaba en mi misma clase de biología. Obviamente hablo del de corto cabello con unos lentes negros, que lo hacían ver muy sexys. Al yo entrar, me quedó mirando, como si nunca me hubiese visto, o eso parecía, pero su intimidante mirada se clavó en mí, lo que me hizo poner más nerviosa de lo que ya estaba. Me senté en el pupitre más cercano y cubrí mi rostro con mis manos, sentí que una agitada respiración se me acercaba.
—Tú me recuerdas a alguien.. —susurró una voz en mi oído. Saqué las manos de mi rostro, que me impedían ver de quien se trataba esta vez, era el hermano de Jerry. Me miraba con extrañeza…
Adios (:
Edited by ImSoHappyJonasB - 20/9/2011, 06:33. -
MelyJonas.
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Primera Lectora! 
Te Juro y ReJuro qe me encanta tu nove! Dios esta fenomenal! siguela! Pasa por mi nove!
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>.< Give Love a Try.
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AAAAAAAAAH! Me encanto :3
Siguela
Creoo ! que Jerry no fue... jujujujú bueno.
(supongo obviamente que jerry=nick). -
ImSoHappyJonasB.
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Dolce Vendetta. Capítulo 2.
—Tú me recuerdas a alguien. —susurró una voz en mi oído. Saqué las manos de mi rostro, que me impedían ver de quien se trataba esta vez, era el hermano de Jerry. Me miraba con extrañeza…
—Eso es imposible, y-yo nunca t-te había visto en mi vida. —procuré no actuar nerviosa, fue imposible. Su rostro cada vez se acercaba más, creo que con dobles intenciones.
—Eso pensé. —comenzó a alejarse lentamente, para luego volver a su lugar, pero aún sin despegar aquella intimidante vista que hacía poner mis pelos de punta.
Había terminado la clase de biología e intente salir rápido, ya que, aún después de dos horas de clases, aquel Jonas seguía viéndome como tigre a su presa. Traté de no perder tiempo dejando mis cosas en mi casillero, pero tanto apuro fue en vano, en cuanto iba saliendo del salón de clases, bruscamente una mano sostuvo mi brazo impidiendo más movimiento en mí. Supuse de quien se trataría, no me equivocaba, aquel Jonas me miraba fijamente, aún no se expresaba ningún sentimiento concreto en su mirar, pero aún seguía dándome escalofríos.
— ¿Qué es lo que te pasa? —hablé molesta.
— ¿Cuál es tu nombre? —preguntó prepotente.
—Dime, ¿quién te crees que eres para tratarme de ese modo?
—Joseph Jonas —soltó mi brazo para después brindar su mano para un saludo— encantado de conocerte.
Una terrible confusión se apoderó de mi cabeza. Al igual que el nombre de Jerry, el suyo empezaba con ‘J’, creo que necesitaba investigar de ese acontecimiento, por ahora, ninguno de los dos debía saber quién era yo, verdaderamente.
Miré fijamente su rostro, era encantador, no dudaría en que fuese un mujeriego, ya que tenía todos los medios como para enamorar a una mujer con tan solo decir una palabra. Pero Jerry, era el tipo de hombre en que uno no desconfiaría, se veía buena persona, además de todo era guapo, creo que no mataría ni a una mosca, pero he de saber que aquellas personas que tú crees que son buenas, terminan siendo el mismo demonio. Necesitaba pensar…
Lo dejé sin respuesta, ya que, simplemente me di media vuelta y me retiré de su camino, el solo quedó impresionado, mirando como yo me retiraba frente a sus ojos.
Llegué a casa, estaba mal, ya que me temía que no podría vengar a mi hermana, esto cada vez se me hacía más difícil. Entré a la habitación de France y me senté en su cama, acaricié la fotografía que estaba posada en su mueble, en la que salíamos las dos abrazadas. Miré a todos lados, debajo de su escritorio logré divisar algo brillante, al acercarme más me di cuenta que era un collar que tenía una letra ‘J’, aunque ahí hubiera alguna pista de que fue un hermano Jonas, eso no me aclaraba que cual de los dos era el que le había roto el corazón a mi hermana. Simplemente me recosté en su cama, y traté de pensar un poco. Creo que esto es mucho más difícil de lo que pensaba.
El día empezó normal, cansado, abrumador y con temor. Temor por las cosas que ya habían pasado anteriormente, por encontrarme con aquellos hermanos, a los que uno de ellos debía destruir. Pero aunque tenía terror, mis ansias de venganza eran aún más fuertes. Me vestí para después correr hacia mi colegio, ya que, estaba un poco atrasada, como siempre. Al llegar, saqué apresuradamente las cosas de mi casillero. Después de aquella acción, definitivamente mi objetivo era ir hacia la sala de clases, pero aquel no fue cumplido. Antes de que mis manos actuaran para cerrar el casillero, dos manos cerraron mis ojos, impidiendo mi vista.
— ¿Sabes quién soy? —susurró alguien en mi oído. Era una voz muy sensual, de esas voces que al oír te producen respiros agitados y mariposas en el estómago.
—No, ¿quién eres? —pregunté curiosa.
—Te lo diré, pero primero, debes decirme qué hora es. —volvió a susurrar aquella voz en mi oreja. Al escuchar aquella última frase, lentas cosquillas y hormigueos se pasearon a los alrededores de mi cuello, me encantaba deleitarme con su exquisito y mentolado
aliento. Quitó sus manos que impedían por completo mi mirar, luego, me di media vuelta… Era Jerry, se veía perfecto, parecía un Adonis de los tiempos de Grecia. Privilegiado como ninguno.
— ¿Jerry? ¡Pero si eres tú!
—Claro que soy yo. Pero dime, ¿por qué no fuiste ayer? Te estuve esperando con ansias. —dijo.
—De verdad, lo siento. Se me hizo imposible encontrarme contigo.
—No, no te preocupes, será otro día.
—Bueno, ya me tengo que ir.
—No, espera, primero debes decirme cuál es tu nombre. —preguntó Jerry, mientras posaba una mano en mi cintura.
—Me encanta el misterio, ¿a ti no? —contesté susurrándole por sobre sus labios, mientras me esfumaba delante de sus ojos. Quedó boquiabierto al escuchar mi respuesta, pude notarlo, ya que no sentí ningún movimiento tras mi ida.
Adiooooooooooooooooooooooos, gracias chicas. Dejen sus comentarios, criticas y todo eso. También recomiéndenme sus novelaaaaaaaaaaas
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joemorosa.
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hay me encanto
mori *_* tanto como con joe y nick
nueva lectora pues de noves hay muchas
muy buenas una es shared feelings, el novio de mama
secretos de una secretaria esas son de nicho si te gusta el
de joe esta sabor a ti, boda con el magnate griego estan buenisimas
todas y otras mas tu ya checalas y decides seguila porfa. -
>.< Give Love a Try.
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jaja Siguela
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IvaniaD'Jonas.
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muy buena .. siguela ... esta de pelos ME ENCANTA !!!
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MelyJonas.
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:O Amo tu novee! esta espectacular, y mas que me encanta dejas asi con la intriga a las personas, xd la ame siguelaa pronto! y pasate por mi nove!
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ImSoHappyJonasB.
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUWWWWWWWWWWWWWWWWW, muchas gracias a todas. de inmediato les subo otro cap
Capítulo 3
Dolce Vendetta.
Pasaron y varias semanas tras mi encuentro con los chicos Jonas. No los vi más por los pasillos del establecimiento, no me extrañaba, ya que siempre se iban de gira a alguna parte del país o del mundo.
Fue raro ver a Joseph esa mañana de miércoles, abrazado, como de costumbre, con una chica mucho menor que él, dándome descaradamente una sonrisa torcida. No sabía lo que planeaba hacer conmigo, pero no veía intenciones buenas en su rostro hacia mí.
Jerry se me apareció esa misma tarde de miércoles en la clase de biología, ni recordaba que esa clase nos tocaba juntos.
Nos sentamos juntos, ya que como costumbre, llegué tarde a esa clase y el puesto que se encontraba a su lado estaba vacío. Me sentí incomoda al notar su mirada en mí, pero se la devolví de todos modos. Me dio una sonrisa un poco malhumorada.
-¿Qué pasa? -pregunté en susurro.
-Nada, esto de las giras me tiene cansado.
-Se nota -reí.
-¡Oye! no te burles.
-No lo hago.
-Mmm, si, claro.
-¿Qué puedo hacer para que quites esa cara de gruñón?
-Una cita, tú y yo -sonrió coqueto. Lo pensé por un momento, estaba olvidando ya mi plan de venganza, pero lo retomé en cuanto recordé a mi hermana, a France.
-Hecho -dije.
La clase pasó lenta. En cuanto terminó salí lo más rápido posible tratando de arrancarme de Jerry, que al parecer quería seguir entablando una conversación conmigo... Afortunadamente, no lo vi más ese día.
De miércoles, pasó rápidamente a ser jueves y luego viernes. Nicholas me había dicho uno de esos dos días que nos íbamos a juntar en el centro comercial, el sábado, ya que, no le quise dar la dirección de mi domicilio para que me pasara a buscar.
Y finalmente, llegó ese día... sábado. No podría decir que lo anhelaba profundamente, pero tampoco lo esperaba. Había llegado el momento, me fui rápidamente al lugar en donde nos quedamos en juntar y allí estaba, de espaldas mirando una tienda, con una mano despeinándose los rulos distraídamente y con la otra en el bolsillo. Andaba con unos pantalones beach, una sudadera blanca y un chaleco, abierto, de color azul marino con rayas blancas. Lo observé, casi cayéndome la baba, CASI. Pero no me detuve tanto en el físico, si no en él. Tan esperanzado, tan tierno, tan... ok, no podía enamorarme de él. Estaba 100% dedicada a mi plan de venganza, no podía desviarme en este momento, en que casi lo tenía en la palma de mi mano.
Me acerqué, luego de un rato y luego nos fuimos a un restaurante de por ahí cerca. Nos sentamos en una mesa esquinada, y pedimos nuestros respectivos pedidos.
-¿Estás a dieta? -preguntó.
-No, ¿porqué? ¿Es que a caso me veo muy gorda? -reí.
-No no, no es eso, tu figura es muy linda, es que solo pediste una ensalada.
-Soy vegetariana -¿Qué habrá querido decir con 'tu figura es muy linda', me sonrojé al pensarlo.
-Así que cuidas a los animales.
-Si, los amo.
-Me parece muy lindo de tu parte. Por cierto hoy luces muy hermosa.
-Muchas gracias. -Me volví a sonrojar, bueno, no estaba segura de ello, pero sentía un gran ardor en mis mejillas.
Terminamos de comer, hablamos de muchas cosas, creo que logramos encontrarnos gustos parecidos. Al momento de despedirnos, sentí tristeza. Nunca creí que iba a decir esto, pero, no quería que esto terminara, el tiempo con el se me hacía eterno.
Me miró con desgano y dijo.
-Ha llegado el momento de irnos -rió tristón.
-Muchas gracias por invitarme.
-De nada. Pero todavía necesito saber algo, ¿cuál es tu nombre?
Dudé en un momento de decirle mi nombre o no, ya que pensaba que si lo decía, todo mi plan se iría por la borda. No sabía cual de las dos opciones tomar, o salir corriendo como estúpida y dejarlo con la palabra en la boca o decirle la verdad y enfrentarlo de una vez por todas.
-Alice -contesté- Alice Stuart.
-Lindo nombre -Dijo. Me sorprendió su reacción... ¿Acaso no encontraba mi apellido familiar?
-Muchas gracias.
Su rostro comenzó a acercarse lentamente y sus ojos se cerraron. Iba directamente a mi boca, QUERÍA, PERO NO PODÍA. DIOS MÍO CUÁNTO LO DESEABA.
Esos labios estaban a tan solo milímetros de los míos. Finalmente, me decidí, mis labios hicieron contacto con los suyos, perdí el control de mí. Creí que mi estómago estallaría de tanto placer, no fue así. Ese suave beso fue cesando poco a poco, mientras sentí que sus labios se encorvaban dejando a la vista su hermosa sonrisa.
-Eres hermosa -susurró encima de mis labios.
No tuve el valor de hablar, no tuve la valentía para mirarlo a los ojos, esos almendrados ojos color miel. Sentí mi traición, hacia él, hacia mi hermana. Hable mirando hacia un punto muerto.
-Debo irme -Dije mientras corrí y tomé el primer taxi que vi a mi alcance. Lloré, como nunca lo había hecho. Solté toda esa rabia, toda esa pena, todo ese amor. Ya no quedaba más mundo, qué pasaba con France, ella me habría juzgado. No me dejaría, no me permitiría enamorarme de él, ni de nadie.. -
IvaniaD'Jonas.
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ME ENCANTO !!!!! ... LA AME .... Sube Muy Pronto El Proximo Capitulo!!!!
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>.< Give Love a Try.
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AAAAAAAH! Si yo creo que Jerry no fue el traicioneroooo! FUE JOE! xD . -
Jonamaniatica.
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Me gusta nueva admiradora...
SIGUELA!!. -
ImSoHappyJonasB.
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JAJAJ ahora tengo que estudiar biología .-., mañana subo caaaaaaaaaaaaaaaaap
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Jonamaniatica.
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Yo matematicas.... PERO IGUAL SIGUELA LO MAS PRONTO JEJEJEJJEJEJJÉ
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ImSoHappyJonasB.
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Capítulo cuatro.
Dolce Vendetta.
El domingo me la pasé deprimida en mi habitación, mis padres insistieron con que los acompañara a la misa, ni tuve ganas. Decidí no ir. Pensaba en como lo enfrentaría, en como seguiría mi plan de venganza y pensé por décima vez en mi hermana. No sé si ella hubiese querido que hiciera esto. No sé si ella hubiese preferido esto para mi vida. ¿Guardar rencor? Definitivamente no era mi estilo, pero por France, sería capaz de dar mi vida. Si, estaba decidido, seguiría con mi plan y no lo dudaría más. Vengaría la muerte de mi hermana, pasase lo que pasase.
Aún había cosas que aclarar, por ejemplo... ¿Cuál de los dos Jonas era el culpable de la muerte de France? Pues, ya tenía clara la personalidad de Jerry. El chico dulce, atractivo y caballeroso. ¿Pero Joseph? Sabía que era el chico mujeriego y arrogante, por que, era tan solo cosa de verlo. Así que el lunes me decidí a hablar con él e investigar más sobre su personalidad, para así poder determinar cual es el chico que habla en aquella carta que iba dirigida para mi hermana, que la llevó a tomar la trágica decisión de terminar con su vida.
Lunes. Era lunes. Me sentía ansiosa de saciar la necesidad de la venganza, que ya no era simple obligación, si no satisfacción. Quería, deseaba, terminar con la vida del Jonas que había hecho sufrir a France y estaba segura que no dudaría en hacerlo.
Llegué al colegio, esperando toparme con la mirada del hermano mediano, Joseph, más no podía encontrarla. Busqué por los pasillo, las salas y el comedor. No lo hallé. Me di completamente por vencida, decidiendo hacer mi vida normalmente. Fui a la clase de Matemáticas. Sorprendentemente, ahí estaba. Sentado en el último pupitre de la clase. Como era de esperarse, fijó completamente su mirada en mí (para no decir... MI CUERPO), y me dio una de esas sonrisas torcidas que están más que gastadas. Siguiendo mi plan, me senté en el pupitre de su lado, que se encontraba vació y lo miré con cierta curiosidad, examinando los rasgos de su rostro con concentración, la que la aguda voz de la profesora se encargó de romper.
-¿Al fin decidiste darte por vencida y caer en mis redes? -preguntó el Jonas en susurros.
-Me era difícil no hacerlo. -mentí, bueno, no tanto.
-Lo imaginaba -rió- ¿Qué harás esta noche?
¡Qué rayos! ¿Era broma? ¿Recién estáblamos conociéndonos y ya creía que tenía el poder de regalarle una noche?
-Estaré ocupada -respondí con brusquedad.
-Si, lo estarás... Conmigo. Te espero a las 8 pm en el restaurante "Amore italiana"... No faltes.
Fue lo último que dijo, después de darme una mirada de "no más palabras". Podía estar casi segura que Joseph era el maldito que le destrozó la vida a mi hermana. No había más discusión, era tiempo de poner el plan en marcha por completo.
ya mueran con este cap, que el próximo se viene BETTERRRRRRRRRRRRRR!.