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JustMelany..
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Unas palabras de la autora: Hola chicas, soy ''nueva'' aquí Nueva entre comillas porque hace tiempo tengo esta cuenta y no había publicado una novela de mi autoría.
Espero les guste de verdad, y comenten. Así me motivo para subirles los capítulos. Con mucho cariño, JustMelany.
23 de diciembre de 2012.
Despierto, son las 9:00 AM, ya es tarde. Me levanto de la cama y corro al baño, tomo una ducha lo más rápido que puedo, y tengo que enfrentarme a la misión imposible de escoger un atuendo. O sea, trabajare en una agencia de modelos, no puedo ir con cualquier ropa. Me decido por una camisa roja, una falda de tubo negra y mis nuevos zapatos louboutin. Me llevo el peine conmigo para peinarme en el auto.
Subo al ascensor del edificio, presiono el botón del piso uno desenfrenadamente, el elevador se detiene y se abren las puertas. Salgo corriendo al parqueo y me subo a mi auto. Presiono el botón que abre la puerta del estacionamiento, y salgo al terrible tráfico de Nueva York.
Es mi primer día, soy fotógrafa y por fin he conseguido un empleo decente en Barbizon fotografiando modelos para anuncios publicitarios. Llego al lugar y dejo mi auto en el estacionamiento. Salgo y camino todo el trayecto hasta la entrada. Cuando abro la puerta es como un nuevo mundo adentro. Modelos por doquier, yo no encajo en este lugar. Me aferro a mi bolso, con mi nueva cámara profesional que me regalo mi padre, y me acerco a recepción.
—Hola, soy la nueva fotógrafa, ______ Grey.
—Claro, te estábamos esperando. Aquí tienes tu gafete y tu tarjeta de acceso.
—Gracias—digo tímidamente retirando las cosas del escritorio.
—Ah, casi se me olvida, firma aquí—me pasa un bolígrafo y una hoja de papel.
Firmo, ella retira el papel del escritorio y sigue tecleando en su computador. Miro mi tarjeta de acceso, dice room 503, supongo que ahí es la sesión de fotos. Camino por el largo pasillo hasta llegar a mi destino. Abro la puerta, dentro hay una mujer, se gira, me mira y sonríe. Le devuelvo la sonrisa y cierro la puerta.
—Tú debes ser ______—me dice.
Debe estar en los cuarentas, pero no lo aparenta. Tiene pelo negro corto hasta el cuello. Trae puestos unos vaqueros, una blusa bastante ceñida al cuerpo para su edad, pero igual se ve bien, seguro era modelo en su juventud.
—Si… soy ______ Grey, la nueva fotógrafa.
—Perfecto, yo soy Jasmine, la supervisora del modelaje masculino. Has llegado justo a tiempo, el modelo está por llegar.
—¿Es hombre? Pensé que fotografiaría a una modelo, femenina—digo y la señora se echa a reír.
—No te preocupes, Joe te caerá muy bien.
¿Joe? ¿De qué está hablando esta mujer? Saco mi cámara de su estuche. En el lugar esta todo lo que necesito, pongo el trípode para colocar la cámara y cuando la estoy poniendo la puerta se abre. Casi se me cae la cámara al ver el chico que entra, el me mira y frunce el ceño, yo me pongo roja como un tomate.
—Hola, soy Joseph Jonas, pero puedes llamarme Joe.
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ally-jonas.
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porfa porfa porfa siguela me llama mucho la atencion se ve k va a estar buenisima porfa siguela ya kiero otro cap porfa ※♪♪♪♪
k bien me encanta porfa siguela en cuanto puedas y cuentas conmigo para leerla hasta el final te lo prometo en serio siguela me super encanta. -
Yanii Jonas.
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Me encanta!!! 
Ojalá La sigas prontO 
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JustMelany..
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¡Hola chicas! Muchas gracias por leer, y gracias por ser mis primeras lectoras. Espero sigan leyendo la nove, y haré lo posible por seguirla hasta el final.
Si no estan de acuerdo en algo, o quieren que cambie algo de la nove, no tengan miedo de decirme, ya que la nove es tanto mía como de ustedes.
Con cariño, JustMelany.
Capítulo 1.
Le sonrío nerviosamente mientras me pongo un mechón de pelo detrás de la oreja. El se acerca a mí y me tiende su mano. Yo la tomo, y nos saludamos.
—Tú debes ser la nueva fotógrafa—dice señalando mi cámara—, ya necesitábamos una nueva, la otra tomaba fotos del asco.
Sonrío, y él se aleja para saludar a Jasmine. Ella está muy entusiasmada con él, al parecer le gusta, está más sonrojada que yo, y no deja de batir sus largas pestañas hacia él.
Yo sigo en lo mío, colocando la cámara, intentando no caerme cuando encuentro a Joseph mirándome. Es bastante guapo este chico, moreno, ojos color miel, alto, tiene un cuerpazo de película. Me estoy arrepintiendo de haber aceptado este empleo, de verdad que no pertenezco a este lugar, todos son perfectos. Mientras que yo, bueno soy yo.
—¿Todo listo? —pregunta Jasmine.
—Si… si, ya podemos comenzar.
No sé cómo puedo sacarle las fotos, es extremadamente bello. Jasmine esta diciéndole las poses que debe poner, yo solo tomo las fotos. Espero salgan bien, aunque no pertenezca aquí quiero conservar este empleo.
—Bien Joe, ahora quítate la camiseta.
¡¿QUÉ?! Retrocedo y pongo los ojos como platos, Joseph se ríe ante mi expresión y se quita la camiseta, yo trato de mirar a todo lugar menos al frente. Quito la cámara del trípode, y me acerco más. Tomo las fotos sin prestarle mucha atención a su torso desnudo.
—Bien, ya terminamos—digo.
—Perfecto, déjanos ver esas fotos—dice Jasmine.
—Claro—digo mientras saco la memoria de la cámara y la introduzco en mi mac—. Aquí están—digo cuando las fotos comienzan a aparecer en la pantalla.
—Wow, mira esas fotos—dice Joseph sonriendo, me mira y yo me sonrojo nuevamente.
—Necesitábamos alguien como tu aquí en la compañía, que bueno que apareciste.
—Gracias—digo mientras apago mi cámara y la coloco en su lugar.
—Bien, hemos terminado aquí, nos vemos chicos—dice Jasmine.
Se acerca a Joseph y le da un beso en la mejilla, luego se acerca a mí y me da la mano. Sale de la habitacion moviendo las caderas, y de un portazo cierra la puerta. Nos quedamos Joseph y yo en la habitación, el toma su camiseta y se la pone.
—¿Vives cerca? Puedo llevarte a tu casa.
—Ah, no te preocupes tengo auto—digo y me pongo mi bolso en el hombro.
—Pues nos veremos otro día.
—Si…
—Adiós ______—dice y se va.
Estoy sola, salgo del lugar. Entrego la tarjeta en recepción y voy al estacionamiento. Abro la puerta de mi auto, y miro alrededor ¿Qué rayos estoy viendo? Es Jasmine besándose con un chico, seguro es modelo. Me quedo mirando, esto es extraño. Entro a mi auto y sacudo la cabeza para sacarme de la mente ese patético recuerdo. Enciendo el auto y salgo del lugar.
Vivo en un rustico apartamento en el centro de la ciudad, con mi mejor amiga Rosette, nos mudamos aquí hace unos años. Yo me gradué Publicidad en la NYU, y luego hice un curso de fotografía, mientras Rosette estudio administración de empresas, trabaja en Crossfire.
Se supone que llega a casa a las 7:00 PM, pero siempre se queda hablando con alguien o sale a comprar algo, esa es una de las cosas de ella, es compradora compulsiva, compra todo lo que ve. Pero puede darse ese lujo, su familia tiene bastante dinero, y gana bastante dinero en su trabajo.
Dejo mi bolso encima de mi cama, miro mi habitación. Necesita decoración, llegamos aquí hace seis meses y aun no decoro nada. La mayoría de mis cosas están en cajas aun. Siempre digo que comprare pintura, y pintare. Pero aun mi habitación conserva el mismo color blanco de cuando llegue a este lugar.
En Barbizon trabajo por sesión, me llaman un día antes para una sesión. Así que no tengo una rutina de trabajo normal, depende de la cantidad de modelos que haya en la semana. Así que puede que trabaje los cinco días de la semana, o puede que me quede toda la semana sin trabajar.
Rosette es bastante femenina, tiene su closet lleno de ropa nueva, zapatos, prendas de colores, accesorios, perfumes, y muchas cosas más. Ella quiere que yo sea así, que sea más femenina, por eso cuando le dije que iba a trabajar en Barbizon me llevo todo el día J.C. Penney a comprar nueva ropa, y gracias a ella traigo puesto esto esta mañana.
Antes mi ropa no era muy variada, la mayor parte del tiempo usaba jeans, camisetas holgadas, y abrigos. Todo de color sobrio. No sé, nunca me ha gustado llamar la atención, pero entonces nos mudamos a Nueva York y eso tuvo que cambiar. Nueva York te da una nueva perspectiva, es como un mundo diferente dentro del mismo país. No puedes comparar nada con Nueva York.
La gente, los establecimientos, los autos, todo es diferente. Pero por alguna extraña razón a todos les gusta esta ciudad y yo no soy la excepción.
Estoy tumbada en mi cama mirando al techo cuando escucho la puerta abrirse, debe ser Rosette. Corro hasta la sala de estar, y la encuentro con una bolsa de supermercado.
—Traje comida, pero hay que prepararla—dice sonriendo y colocando la bolsa encima de la isla de la cocina— ¿Cómo te fue en tu primer día de trabajo?
—Bien.
—¿Cómo son esos modelos?
—Hoy solo vi uno, y que bueno porque si veía a otro como él, me desmayaba—nos echamos a reír.
—¿Cómo era?
—Se llama Joseph, y es alto, moreno, ojos color miel. Perfectamente perfecto.
—¿Joseph Jonas?
—Sí, creo que ese era su apellido ¿Lo conoces?
—¡¿Fotografiaste a Joseph Jonas?! Suertuda—me mira entrecerrando los ojos—, debería dedicarme a la fotografía.
—¿Quién es Joseph Jonas? —digo y comienzo a sacar las cosas de la bolsa.
—Es un modelo bastante reconocido de aquí, que raro que no hayas odio hablar de él. Modelaba para la marca Calvin Klein, a veces buscaba los catálogos solo para mirarlo.
—Le tome fotos sin camiseta.
—Eres una perra con suerte—me dice fingiendo enojo.
—Me dijo que le han encantado mis fotos, creo que seguiré con él.
—Tómale una foto para mí, la pondré en el techo de mi habitación—dice y suspira.
Termino de hacer la cena y como cada lunes nos sentamos a ver dos episodios de Grey’s Anatomy en Sony.
—Esto esta genial, cocinamos demasiado bien—dice Rosette luego de comer su ultimo bocado de pastel de carne.
—No, tú no hiciste nada, solo te sentaste ahí a hablar.
—Te daba motivación—dice y se echa a reír—. Bien ya me voy a dormir, buenas noches.
—Buenas noches.
Despierto, miro el reloj son las 10:30 AM. Me siento, no tengo nada que hacer hoy. Me pongo un abrigo, pues estamos en pleno invierno y Rosette siempre apaga la calefacción en la sala. Salgo de mi habitacion, y camino directamente a la cocina. Y mi peor temor se convierte en realidad, no hay café.
Tendré que salir a comprar café, y odio salir en invierno a la calle. Y peor aún, pronto comenzara a nevar. Me cambio la ropa, y salgo. Presiono el botón del piso uno en el elevador, las puertas se abren y salgo. Esta bastante frio fuera.
Camino hasta el Starbucks más cercano antes de que se me congelen las piernas, entro y el agradable calor de la calefacción me recibe. Me acerco a la vendedora y le digo mi orden.
—Su orden estará lista en unos minutos—dice pasándome mi tarjeta de debito de regreso.
—Gracias.
Me coloco frente a las vitrinas donde hay sándwiches y pastelillos, y recuerdo que no he desayunado. Me acerco nuevamente y le pido un sándwich.
—¿______? —dice alguien detrás de mí, me giro para ver quién es.
Y casi se me detiene el corazón al verlo, recordó mi nombre, y me reconoció, me sonrojo y bajo la cabeza para que no vea mi cara.
—Hola Joseph.
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ally-jonas.
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oh por dios siguela me muero de curiosidad siguela por favorrx een cuanto puedas
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Yanii Jonas.
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wow No la dejes asiii!!! quiero saber más ..Siguela! 
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JustMelany..
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¡Hola chicas! Gracias por comentar. Perdóneme por no subirles el capítulo ayer, es que estuve realmente ocupada. Como se habrán dado cuenta subo capítulos de esta nove los lunes, miércoles y viernes. Pero si ando de buen humor, o tengo la nove avanzada, puedo dejarles capitulo cualquier día de la semana.
Muchas gracias.
Con cariño, JusMelany.
Capitulo 2.
La vendedora me pasa la tarjeta y me hago a un lado para recibir mi orden.
—Espérame, así nos sentamos juntos—me dice y sonríe. Yo casi dejo caer mi café.
—Claro.
Me hago más a un lado para no estorbar a nadie mientras espero a Joseph. Es extraño que encontrármelo aquí, y es aun más extraño que me hable. Digo, ningún chico lindo me había hablado antes, excepto por esa vez en secundaria que James Dylan me hablo para que lo ayudara en sus clases de física. Fue la primera vez que estuve sola con un chico en un espacio cerrado. Por espacio cerrado me refiero a la sala de su casa, y no, no paso nada esa noche. Pero James subió sus notas, al menos fui una buena tutora.
—¿Por qué no estás en barbizon haciendo alguna sesión?
—Ah, es que trabajo por sesión, o sea me encargan solo un modelo. Y hasta ahora solo estoy contigo.
—Y eso es bueno, eres la primera fotógrafa que me cae bien—dice y me sonríe.
Me sonrojo nuevamente. Oh ya ______, cálmate.
—Vamos, sentémonos—me dice y camino hasta una de las mesas que esta junto a la ventana. El me sigue.
—Y ¿Cómo estás? —le pregunto.
—Bien, aunque casi congelándome, está extremadamente frio ahí fuera.
—Si… pronto nevara.
Le doy un sorbo a mi café, oh café, café, te amo tanto.
—Y bueno, cuéntame de ti—me dice.
—Bueno en realidad no hay nada que decir, me mude a esta ciudad a los 16 años, fui a la NYU… Nada interesante.
—Yo también fui a la NYU.
—¿En serio? ¿Qué estudiaste?
—Comunicación social.
—Ah, que bien. Yo estudie publicidad.
—Así que eres publicista y fotógrafa, gran combinación.
Sonrío, y la canción Diet Mountain Dew comienza a sonar de la nada. Inconscientemente comienzo a cantarla. Joseph sonríe.
—Lo siento, pero tengo que contestar—dice tomando su celular y deslizando su dedo pulgar sobre él.
Me sonrojo ¿Qué me pasa? ¿Por qué me sonrojo tanto? Joseph habla sobre un viaje, una fiesta, y está un poco enojado ¿Malas noticias? No lo sé. Sigo tomando mi café hasta que termina de hablar.
—¿Te gusta Lana del Rey? —me pregunta dejando su celular a un lado.
—Me encanta—digo sonriendo.
—A mi igual—se queda mirándome como si hubiera hallado una nueva especie en la tierra—. Bien ______, ya me tengo que ir. Fue un gusto compartir una café contigo ¿Me das tu numero?
—Claro—el me pasa su celular y guardo mi numero en la agenda, luego me llamo para que se quede guardado en mi celular.
—Adiós ______, nos veremos después.
—Adiós.
Y soy la mujer más feliz de este planeta, tengo el número de teléfono de un modelo. Me quedo sentada en Starbucks sonriendo como una tonta a todo el que me pasa por el lado. Aun no entiendo por qué estoy tan feliz, pues solo me dio su número, ni que me hubiera invitado a una cita o algo. Pero así de tonta soy.
Saco mi iPod de mi bolsillo y me pongo los audífonos, necesito mi playlist de Adele ahora mismo. Camino por la ciudad, me detengo en Macy’s, y como siempre está repleto de gente, y mas hoy. Pues es 24 de diciembre y todos están comprando regalos de navidad. Vine aquí para comprarle algo a Rosette, y en realidad no se que le regalare. Después de todo compra cada cosa que ve, y como no tengo ni una pizca de sentido de la moda, lo que le regale probablemente no le guste, o ya lo tenga.
Voy al segundo piso, a la joyería. Me acerco al mostrador, donde hay una elegante chica con su mejor sonrisa. Se acerca a mí.
—Hola ¿En qué puedo ayudarle?
—Sí, busco algo. Una cadena tal vez, algo sencillo, pero a la vez elegante. De oro tal vez, no importa si blanco o dorado.
—¿Para hombre o mujer?
—Mujer.
—Bien, tenemos varios tipos de cadenas de oro aquí. Esta es bastante sofisticada, y esta a un muy buen precio—me dice sosteniendo una cadena con un dije de infinito.
—¿Cuál es el precio?
—Bueno el precio está entre 500 y 600 dólares, pero tendría que confirmar.
—Perfecto, confirme, me lo llevo.
La chica se acerca al teléfono, y presiona un botón. Comienza a hablar con alguna persona, yo saco mi celular y le envío un mensaje a Rosette diciéndole que ya compre su regalo y que le va a encantar.
—Bien, son 524 dólares señorita ¿Efectivo o tarjeta?
—Tarjeta.
Le paso mi tarjeta y ella hace todo el proceso de compra, odio comprar. Ella pone la cadena en una pequeña caja roja de regalo y me la entrega en una bolsa.
—Gracias por su compra.
Ahora tengo que encargarme por el regalo de mis padres, pero este es sumamente fácil. A mi madre la hago feliz con alguna prenda de vestir, y a mi padre con alguna corbata o algunos zapatos.
Termino mis compras y es mediodía, Rosette ya debió llegar a casa pues como es víspera de navidad, a todos los empleados le dan medio día libre. Y eso quiere decir que el metro estará insoportable, así que decido tomar un taxi.
Llego al apartamento, el auto de Rosette está en el estacionamiento, así que está en casa. Abro la puerta como puedo con las bolsas en la mano. Entro y la encuentro parada delante de mí, me da un susto de muerte.
—¿Dónde está mi regalo? —me pregunta una vez que entro.
—Ya lo trae santa, espera mañana.
—No seas tonta, ya dámelo.
—Te lo daré mañana Rosette.
Voy a mi habitación y escondo su regalo dentro de uno de mis cajones. Esta noche iremos a cenar a casa de mis padres. Ahí estará toda mi familia, y la familia de Rosette junta. Será una noche bastante… interesante.
—¿Pedimos pizza para almorzar? —me dice Rosette una vez entro a la sala.
—Perfecto. De peperonni por favor—digo y me siento en el sofá mientras Rosette llama a la pizzería.
Me quedo mirando la televisión, pero Joseph llega a mi mente. Aun no supero nuestro encuentro en Starbucks, es que él es perfecto, demasiado por así decirlo. Y sí, soy una tonta por pensar en él cuando el seguro solo me ve como su fotógrafa, pero bueno, no está prohibido pensar.
—¿______? ¿Estás aquí? —dice Rosette pasando su mano por delante de mis ojos.
—Sí, sí.
—Estabas como perdida ¿En qué piensas?
—Adivina con quien me encontré hoy.
—¿Con Ángel? Porque si es así debiste matarlo.
Ángel es su ex novio, la engaño con una chica de donde trabajaba. El los encontró con las manos en la masa, hace ya seis meses de esto y ella sigue odiándolo ¿Quién no lo haría?
—No… me encontré con Joseph.
—Pero pensé que hoy no trabajabas.
—No es que, no había café aquí. Así que fui a Starbucks y lo encontré, nos sentamos hablamos…
—No juegues ¿En serio? Sigues siendo una suertuda, te odio—nos echamos a reír.
—Me iré a dormir, despiértame a las 7.
—Ok.
Estamos en la casa de mis padres, Rosette se vistió como si fuéramos a un club, trae un vestido completamente ceñido al cuerpo color verde esmeralda, unos tacones negros y su pelo rubio suelto. Esta hermosa, vagamente me pregunto si a sus padres no les importa si se viste tan sexy. Mientras yo solo tengo puesto un pantalones negro, una blusa azul y un poco de maquillaje. Vestirme sexy no es lo mío.
Hay comida, regalos, baile, abrazos y besos por doquier. Es lindo volver a reunirme con mi familia nuevamente. Hacía tiempo no los visitaba, me siento como en casa nuevamente. Mi madre me pasa una caja de regalo, la abro y son unos nuevos zapatos. Me encantan. Mi padre me regala una tarjeta de regalo por 100 dólares en un spa. Y Rosette no se cansa de preguntarme por qué no traje su regalo.
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JustMelany..
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Capítulo 3.
Son las 9:00 AM, Rosette y yo vamos camino a nuestro apartamento de nuevo, anoche nos quedamos a dormir en casa de mis padres, pues la fiesta termino bastante tarde. Me duele la cabeza, me pregunto si será por las 3 latas de cerveza que me tome en la madrugada. Rosette está conduciendo, pues milagrosamente ella no tiene resaca.
Mi celular vibra en mi bolsillo, un mensaje. Miro vagamente la pantalla, pensado que es alguno de mis amigos enviándome felicitaciones de navidad. Pero no, es Joseph. Sí… Joseph Jonas.
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Mensaje recibido.
De: Joseph Jonas
Fecha: 25/12/2012
Hora: 9:12 AM
¡Hola ______! Feliz navidad, pásala genial.
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Me quedo como una tonta mirando la pantalla de mi celular, y una misteriosa sonrisa se dibuja en mi rostro. Me recordó… aunque esta la posibilidad de que solo le haya enviado un mensaje a todas las personas de su lista de contactos.
Miro mi reflejo en la ventana, estoy bastante sonrojada y con una tonta sonrisa en la cara. Muy bien ______, cálmate, es solo un mensaje. Solo debes responderle, y todo listo.
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Mensaje enviado.
Para: Joseph Jonas
Fecha: 25/12/2012
Hora: 9:20 AM
Hola
Feliz navidad para ti igual.
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—¿Qué haces? —me pregunta Rosette.
—Ah, nada. Solo respondo mensajes.
—Sí, me teléfono está lleno de mensajes de navidad.
Y es extraño, nadie me había enviado un mensaje. Solo el. Tal vez por el hecho de que soy tímida, o que prefiero quedarme en casa leyendo antes que salir con alguien. Tal vez por eso no tenía tantos amigos.
Llegamos al apartamento, todo el que nos cruzamos por el lado nos saluda con un feliz navidad, y en realidad estoy tan casada de eso que ya no respondo. Abro la puerta, y todo está como cuando nos fuimos anoche. Camino directamente a mi habitación, y me tiro en la cama, necesito dormir. No dormí bien anoche. Coloco mi iPod en sus bocinas, pongo mi playlist de Ed Sheeran, y adiós mundo.
Un movimiento extraño cerca de mi brazo me despierta. Es mi celular. ¿Acaso uno no puede dormir en paz? Lo tomo y miro la pantalla. 3 llamadas perdidas, y un mensaje. ¿Qué es tan importante para ser tan insistente?
Deslizo mi dedo por la pantalla para desbloquearlo, y mi corazón se detiene. Creo que un día de estos me dará un infarto. 3 llamadas pérdidas de Joseph, y un mensaje… de Joseph.
¿Qué querrá? Miro el mensaje.
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Mensaje recibido.
De: Joseph Jonas
Fecha: 25/12/2012
Hora: 06:34 PM
Hola, quería saber si tenias planes para hoy. Te estuve llamando pero no contestas, llámame.
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Esto será interesante. Me siento en la cama y juego con el botón de llamar. No sé ¿Lo llamo? ¿No lo llamo? Estoy indecisa, y odio eso. Mi dedo accidentalmente presiona el botón y comienza a llamar. Oh no.
—Hola ______.
—Hola Joseph.
—¿Cómo estás?
—Bastante bien.
—Genial, me preguntaba qué harías hoy.
—Hasta ahora nada—digo mientras camino como loca por toda la habitación.
—Bueno, un amigo dará una fiesta y no tengo con quien ir, me preguntaba si querías ir conmigo.
—Claro… ¡claro!
—Bueno, paso por ti a las 7:30, envíame tu dirección en un mensaje.
—Perfecto.
—Adiós—cuelga.
Me siento, y respiro profundo ¿En qué acabo de meterme?
Miro el reloj, son las 6:45. Debería comenzar a arreglarme, y esta la parte más difícil de todas. Abro mi closet y miro todas las prendas, no estoy acostumbrada a esto, necesito ayuda. Camino el corto trayecto hasta la habitacion de Rosette, esta tirada en su cama hablando por teléfono. Me acerco, se lo quito y cierro la llamada.
—¿Qué te pasa? —me pregunta levantándose enojada.
—Necesito ayuda.
—¿En qué? ¿Qué paso? —se acerca preocupada.
—Me han invitado a una fiesta y no sé que ponerme.
—¿Fiesta?
—¡Sí! Ahora ven y encuentra algo para mí.
Estoy sentada en la cama mientras Rosette busca algo por todo mi closet. Me pregunto si será cierto que no tiene con quien ir, digo después de todo es un modelo y… debe conocer a media ciudad, y ha querido ir conmigo. Conmigo. Con ______ Grey. Esto es bastante extraño.
—Listo, ponte esto.
Rosette me pasa alguna tela plateada, demasiado brillante y unos pantalones, que por lo que veo no son míos, son demasiado pequeños.
—Ahora vístete, y luego te maquillare—me dice emocionada.
Me quito la ropa rápidamente, y comienzo a ponerme los pantalones, lo cual es toda una travesía, creo que tendré que ponerme mantequilla en las piernas, pero con ayuda de Rosette, mágicamente entran en mis piernas. Me pongo la blusa, y ¡bualá! Estoy vestida.
Me siento frente al espejo, y Rosette se pone manos a la obra, me maquilla, me peina y yo aun no puedo sacarme a Joseph de la cabeza.
—Estas lista, perfecta.
—Gracias Rosette.
Alguien toca el timbre, miro el reloj y son justamente las 7:30, se me ponen los pelos de punta.
—Yo abriré—me dice y se va.
Yo me miro en el espejo y casi no me reconozco. No es que me entusiasme mucho el hecho de estar forrada de maquillaje, y ropa brillante y accesorios, pero me veo bonita. Eso es algo. Escucho los pasos de Rosette por el pasillo, entra a la habitacion y cierra la puerta. Me mira enojada por unos segundos y luego se ríe.
—Esto no está pasando—dice sentándose en la cama—, el chico más hermoso del planeta está en nuestro apartamento y ha venido por ti.
—Sí, me ha invitado a una fiesta, se me olvido comentártelo—digo poniéndome los tacones.
—Sigues siendo una perra con suerte—dice sonriendo—, ¡vete ya! No hagas al pobre chico esperar.
—Ah Rosette casi se me olvida, tu regalo está en aquel cajón—digo señalándolo—, espero que te guste.
Camino por el pasillo, y lo veo ahí parado junto a la puerta, es encantador. Me mira y sonríe. Me acerco a él, y le saludo.
—Hola Joseph.
—Hola ______, estas preciosa.
—Gracias—digo y mi cara arde, estoy sonrojada. Esto tiene que parar.
—¿Nos vamos?
—Claro.
Entramos al elevador, y oficialmente es el momento más incomodo de mi vida. No sé qué decir y no sé qué hacer. Solo estoy ahí parada mirando a Joseph, el cual está bastante sonriente y me estoy enojando porque quiero saber que le hace sonreír tanto.
Llegamos al elevador, y el presiona un botón en su llavero, el cual hace que el auto se encienda. Wow. Caminamos hasta el auto, y él me abre la puerta. Esto parece bastante una cita. El da toda la vuelta, y se sube al auto. Acelera y mi cuerpo se va disparado hacia atrás. Wow, cálmate un poco chico.
Llegamos a un local, hay mucha gente alrededor, luces, música. Joseph estaciona el auto, y se baja para abrirme la puerta. Salgo, y caminamos el largo trayecto hasta la entrada, al parecer es un club. Entramos y es como un nuevo mundo dentro. El me toma de la mano y me conduce hasta la barra de bebidas.
—¿Qué quieres tomar? —me pregunta.
Entonces no sé qué hacer, desconozco cualquier cosa que tenga que ver con alcohol, excepto vino o champaña. Pero mi ingenio me salva.
—No sé, elige tú.
—Ok.
Me quedo parada junto a la pista de baile esperándolo, veo a las parejas bailando. A mujeres con vestidos excesivamente cortos, hombres bailando con otros hombres, mujeres besándose con otras mujeres. Esto es tan desconocido para mí, y no sé qué hacer. Veo a Joseph caminar hacia mí, trae un par de vasos con algún líquido verde dentro.
—Aquí tienes—me dice y me pasa el vaso.
Espero que no esté muy fuerte, espero que no esté muy fuerte, repito en mi cabeza. Y doy el primer trago. No esta tan mal, me gusta. Me encanta. El me mira y sonríe.
—Esto está genial—le grito para que pueda escucharme, pues la música está demasiado alta.
—¿Quieres bailar?
—¡Claro!
Entramos en la pista de baile, y nos mezclamos entre todas las personas. El me toma por la cadera, sujetándome y acercándose a mí. Yo estoy casi muriendo. Miro alrededor y veo a todas las mujeres moviéndose libremente, levantando sus brazos y gritando, entonces… si ellas pueden hacerlo ¿Por qué yo no?
Me dejo llevar por el ritmo y en unos segundos ya comienzo a moverme de verdad. Joseph me mira y sonríe. Se acerca a mi oído.
—Sí que sabes bailar—me susurra.
Y por primera vez me siento como una chica de ciudad.
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ally-jonas.
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siguela pronto ,espero k pronto se de algun encuentro entre rayita y joe espero kon ansias se k es muy pronto pero todo puede suceder jaja ,por dios siguela ohhhh mi joe de seguro bailaran sexi jaja ,lo siento no pude evitar el comentario jaja
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rebecasta.
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Nueva lectora, siguela!!! . -
ally-jonas.
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kieroooooo capissssss vamosss por favor 
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Yanii Jonas.
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Omj Continua Pronto Me super encanta esta novelaa.. quiero saber q pasará 
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ally-jonas.
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siguela porfavorrrrrrrrr no seas mala aqui sigo
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JEN JAVZAR!!!.
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY LA AAAAAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO...... AMO TU NOVE, SIGUELAAAAAAAAAAAAAAA.... PORFIS SIGUELA YA..... ES GENIAL..... SIGUELA SIIII??? 
.... DEBES SEGUIRLA... Y SI QUIERES VISITA LAS MIAS Y DIME QUE TAL TE PARECEN?
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JustMelany..
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Capitulo 4.
Estoy con Joseph en su auto, fue una noche muy loca, mi mente está un poco aturdida por todo el alcohol, y de verdad no sé a dónde nos dirigimos. Pasamos por la entrada de central park, y es obvio que vamos a su casa, pues yo vivo más lejos de central park. Lo miro, y nuestras miradas se cruzan, sonrío y el pone su mano en mi rodilla.
El estaciona el auto, sale y abre mi puerta para que yo salga. Pongo un pie fuera, y cuando me levanto todo a mí alrededor da vueltas. Joseph me aprieta los brazos para que no me caiga, y quedamos cara a cara.
Y no sé, no puedo resistirme. Tal vez es al alcohol, o no sé. Pero lo beso, como nunca he besado a nadie. El me devuelve el beso, y todo es muy extraño, pero seguimos besándonos. Él no protesta, me acerca más a él y me besa más apasionadamente.
Cuando nos separamos el me mira a los ojos y sonríe. Yo estoy demasiado confundida para esto, solo quiero dormir.
—Estuve esperando eso desde que te conocí—me susurra al oído.
Lo miro a los ojos y le sonrío, no entiendo de qué está hablando. El me toma de la mano, me conduce hasta el ascensor y presiona un botón. En un santiamén estamos en su apartamento. El me mira a los ojos, y yo muy deliberadamente lo beso nuevamente. El se ríe, y me lleva hasta su habitación.
Miro la cama y todo vuelve a la normalidad ¿Qué estoy haciendo? Apenas conozco a este chico. El me besa el cuello y yo comienzo a reír. No sé por qué pero comienzo a reír, tal vez porque no se manejar la situación o porque quiero que esto se detenga. El me mira extrañado, y yo le sonrío.
—No podemos hacer esto Joseph.
—¿Por qué no?
—Apenas te conozco, y de verdad no se qué hago aquí. Seguro me deje llevar por el alcohol…
—¿No quieres esto?
Lo miro, está demasiado confundido. Tal vez ninguna chica lo había rechazado antes.
—No, no quiero esto. Quiero irme a mi casa, tomare un taxi.
—No, no. Es tarde, yo te llevo.
—No, tomare un taxi. Solo dime donde está el teléfono.
—Está bien…—dice y se separa de mi—. Ahí está el teléfono—dice señalando el aparato encima de su mesa de noche.
—Gracias.
Pido el taxi y salgo a la sala. Tomo mi bolso del suelo, y me giro para despedirme de Joseph.
—¿Seguro no te quieres quedar? Tengo una habitación de huéspedes.
—No te preocupes, Joseph.
—Es que es muy tarde, te puede pasar algo.
—Hablamos después Joseph.
—Por favor, dime Joe.
—No me sentiría bien haciendo eso.
Me mira y sonríe. Nos despedimos, salgo y subo al ascensor. Abajo esta mi taxi esperándome. Subo al auto, y comienzo a asimilar todo lo que paso esta noche, pero mientras más pienso más aumenta mi dolor de cabeza, así que me resigno a mirar las luces de la calle.
Llego a casa, abro la puerta y todo está oscuro y frio, aun me pregunto por qué Rosette siempre apaga la calefacción. Corro todo el pasillo hasta mi habitación, y cierro la puerta. Y así con toda mi ropa me meto a la cama, estoy demasiado cansada.
Algo me mueve, abro un ojo y veo a Rosette vestida para trabajar. Esta riendo y tomándome fotos.
—¿Qué haces? —pregunto levantándome de la cama.
—Mírate al espejo—dice riendo.
Le frunzo el ceño y camino hasta el baño, me miro al espejo y me doy el susto de mi vida. Mi pelo esta desastroso, mi maquillaje esta corrido y mi ropa esta arrugada. Parezco vagabunda.
—¿Qué hiciste anoche? —me pregunta Rosette parada en la puerta.
—Bailar, tomar, disfrutar…—digo buscando algodón para quitarme el maquillaje.
—¿Lo hiciste con Joseph?
—¡Claro que no!
—Bueno, pero no te alteres. Además uno nunca sabe—dice y me guiña un ojo.
—Ya vete a trabajar Rosette.
—Una cosa, te han llamado de barbizon esta mañana, dicen que tienes una sesión hoy.
—Maldición.
—Así que ya vete a trabajar ______—dice sonriendo, y se va.
Entro al edificio totalmente renovada, y con una sonrisa en la cara, la cual se hará más grande pronto pues seguramente fotografiare a Joseph, me acerco a la recepción donde recojo mis cosas, y camino hasta mi destino. Abro la puerta, y lo primero que veo es una alta y elegante mujer parada con un celular en la mano. Mi cara de decepción es inevitable, realmente esperaba a Joseph.
La saludo y ella no hace nada. La palabra engreída llega a mi cabeza, me pregunto si no tendrá un agente, pues no soy muy buena con las poses. Saco mi cámara y coloco el trípode.
—Bien, soy ______ Grey, tú debes ser Gretchen, supongo que sacare tus fotos hoy, para la promoción de forever 21—digo mirando el informe.
—Si—dice sin quitar los ojos de su celular.
La puerta se abre, y giro la cabeza rápidamente. Un Joseph con cara asustada aparece en la puerta mirándome como si fuera una joya arquitectónica. Miro a Gretchen quien por primera vez desde que estoy en la habitación quita los ojos de su celular, y se concentra en Joseph.
—¡Joe! —dice ella caminando hasta el, yo sigo colocando la cámara.
Cuando la cámara esta lista levanto la vista y Joseph esta delante de mi ¿Acaso me quiere matar de un infarto?
—Joseph.
—______.
—¿Qué haces aquí? No tienes sesión hoy.
—Tengo que hablar contigo.
—Tendrás que esperar, estoy en medio de algo.
—Es importante.
—Mira esto tardara máximo dos horas, que tal si esperas y luego vamos a algún lugar ¿sí?
—Perfecto, te esperare.
Gretchen me está mirando con la boca abierta desde su lugar, yo le sonrío y le hago una seña para que la sesión comience.
Salgo del edificio y camino hasta mi auto, no veo a Joseph por ningún lugar así que supongo que se fue a otro lugar. Decido enviarle un mensaje.
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Mensaje enviado.
Para: Joseph Jonas
Fecha: 26/12/2012
Hora: 11:20 AM
¿Dónde estás?
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Espero una respuesta pero no, nada. Saco mi auto del estacionamiento y salgo al tráfico de Nueva York. Recorro todo el camino a casa pensando en Joseph, y en eso que me quería decir. Es extraño que no me sienta avergonzada por lo que paso anoche, recuerdo todo.
Absolutamente todo, y eso es extraño, pues el alcohol hizo gran efecto en mí.
Recuerdo cuando lo besé, estuve esperando eso desde que te conocí me dijo. ¿Es posible que le guste? ¿Es posible que él se haya fijado en mí? Seguro solo estaba un poco borracho, digo tomamos demasiado. Mi mente nunca se acostumbraría a la idea de que un chico como Joseph se fije en mí, o sea el conoce a las más hermosas modelos de Nueva York, nunca se fijaría en alguien como yo.
Cuando se abren las puertas del ascensor, salgo y camino hasta la puerta. Mi mente no se percata de que hay alguien a mi lado.
—Hola.
Me giro y ahí esta Joseph parado junto a la puerta de mi apartamento. Es gratificante verlo de nuevo, sus ojos verdes, su piel morena, su cabello negro, sus esbeltos músculos que se marcan en su camiseta. Lo miro a los ojos y sonrío, el me responde con una sonrisa pícara, entrecierro los ojos y él se echa a reír.
Abro la puerta y entro, el pasa detrás de mi. Camino directamente a mi habitación, tiro mi bolso en la cama, me miro en el espejo y suspiro, estoy horrible. Me quito la ropa y me pongo lo más cómodo que encuentro en mi closet.
Cuando vuelvo a la sala de estar encuentro a Joseph sentado en el sofá viendo televisión, me mira y sonríe. Camino y me siento junto a él.
—Bien, ¿qué era eso tan importante que tenías que decirme? —pregunto mientras bajo el volumen de la televisión.
Él se gira en el sofá para quedar cara a cara conmigo, y de un momento a otro sus labios están en los míos y sus manos en mi cintura, comenzando lo que no terminamos anoche en su apartamento.
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