Un Matrimonio Diferente

Resentimiento, dolor y odio.... ¿Podra el amor triunfar sobre ellos?

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  1. Alex_Bonita
     
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    Hola chicas como están? Creo que en definitiva todas ya me híper conocen, así que están demás las presentaciones!!! Una vez más les traigo una Nueva Nove, esta vez le llego el turno a "Un Matrimonio Diferente"... en la cual descubrirán un Joe un poco más malote, en fin mejor dejo que descubran la intriga de esta historia x ustedes mismas!!! las Mega Quiero!!! Kissitos!!!!


    Un Matrimonio Diferente..........


    Ahora ______ entendía por qué durante los cinco años que llevaba casada, su marido la había ignorado completamente: su padre había chantajeado a Joe para que se casara con ella. Pero cuando ______ decidió olvidar el doloroso pasado y construirse una nueva vida junto al hombre que realmente la amaba, Joe apareció diciendo que ya estaba preparado para el matrimonio y que a partir de ese momento, ella iba a dormir en su cama...



    Capitulo 1

    ______ bajó deprisa los escalones que daban al bar y entró. Estaba oscuro y lleno de bebedores que aprovechaban la hora del almuerzo para tomar un trago. No veía a Kevin; no era lo suficientemente alta como para divisarlo entre las cabezas de hombres de negocios trajeados que tenía a su alrededor. Mientras se abría camino entre los clientes, sintió un estremecimiento. La idea de que la vieran allí, de que la reconocieran la aterraba. Por ello fue un alivio distinguir entre la multitud en el extremo opuesto del local la cabellera Negra de Kevin.

    Kevin, alto, sofisticado y atractivo, se puso de pie al verla aproximarse a él. ______ se sintió orgullosa.

    - Llegas tarde – se quejó él.

    - Lo siento, no pude escaparme antes – explicó ella jadeando, mientras se dejaba caer en el asiento y echaba otra ojeada al lugar, temerosa de encontrar alguna cara conocida.

    - No sigas. Estás en otra parte de la ciudad.

    ______ bajó la cabeza, escondiendo la cara ruborizada detrás de la melena rubia ceniza.

    - Ese hombre de allí me está mirando!

    - La mayoría de los hombres miran a las mujeres bonitas... y tú eres exquisitamente hermosa, mi amor – murmuró Kevin en voz baja, adoptando un tono íntimo mientras le tomaba la mano-. Me fastidia ver que te miran todos cuando pasas.

    - ¿De verdad? – preguntó ella asombrada por sus cumplidos.

    - ¿Por qué no vamos a mi apartamento? – sonrió Kevin dibujando el labio inferior con el dedo.

    ______ se puso rígida.

    - No puedo. Todavía no. Ya sabes cómo me siento – musitó. El miedo se había apoderado de ella.

    Él cambió su expresión por un gesto frío y duro.

    - Kevin, por favor...

    - Por lo que se ve, estás jugando conmigo mientras tu esposo está de viaje.

    - Te amo – los ojos de ella se llenaron de tristeza y ansiedad.

    - ¿Entonces cuándo vas a decirle que quieres divorciarte? – le exigió.

    - Pronto. Estoy buscando el momento apropiado – ______ se había puesto pálida, y en los rasgos bonitos de su cara expresaba cierta tensión.

    - Teniendo en cuenta que él solo duerme contigo una noche al mes, puedo esperar sentado aquí hasta el año que viene, según tú. Tal vez lo ames al desgraciado...

    - ¿Y crees que es posible? Tú sabes bien que nuestro matrimonio no es como otros.

    - ¿Y no quieren los periódicos aprovecharse de esa situación? – se rio Kevin burlón.

    - No me hace ninguna gracia, Kevin.

    - Bueno. Lo único que me tranquiliza es saber que si yo no soy tu amante, él tampoco lo es. Un verdadero misterio.
    Mírate. La esposa virgen después de cinco años. Y sin embargo a él rara vez no se le ve con una jovencita colgada del brazo. Quizás sea un homosexual no declarado.

    El estómago de ella se revolvió. Pensó que había sido una locura contarle a Kevin la verdad sobre su matrimonio. No se trataba de que fuera a usarlo en su contra. Le tenía verdadera confianza a Kevin, pero se daba cuenta de que su confesión podía resultar peligrosa, si bien servía para calmar los celos de Kevin hacia Joe.

    - ¡No hables así de él! – se quejó ______.

    - ¿Acaso no estás cansada de él? No creo que jamás tengas la valentía de decirle que quieres ser libre nuevamente. Me parece que estoy perdiendo el tiempo contigo.

    - No, eso nunca – dijo ella aterrada ante la idea de perderlo.

    No podía imaginarse volver a los tiempos de su vida sin Kevin. Una vida aburrida, vacía. Días interminables. Sin ninguna vida social. No tenía amigos. La observaban en todos los sitios a los que iba. La puerta de su cárcel se había cerrado el día de su boda, y ella había sido tan tonta, tan ingenua de no darse cuenta hasta que había intentado pasar las rejas.

    - ¿Entonces cuándo? – presionó él.

    - Pronto. Muy pronto. Te lo prometo.

    - No entiendo por qué no recoges tus cosas y te vas. No se puede decir que no tengas motivos para divorciarte de él. El adulterio no va a pasarse de moda mientras ande por ahí Joe Jonas

    - Tengo que hacerlo bien, Kevin. ¿No crees que le deba eso al menos?

    - No creo que le debas nada. Ni siquiera es tu esposo ante los ojos de la iglesia ni de la ley – Kevin insistió.

    - ¡Me tengo que ir! – dijo ______ mirando el reloj de pulsera.

    Kevin le rodeó los hombros y la besó con demostrada maestría.

    - Te llamaré – le prometió -. Te quiero.

    ______ salió corriendo. Estaba cerca de la peluquería en la que había reservado horas para una larga sesión de masaje.

    Era demasiado arriesgado encontrarse con Kevin. Y su cabeza le decía que cuanto más tardara en confesarle la verdad a Joe y pedirle el divorcio, más se arriesgaba a que fuera descubierta. Pero, entonces, ¿qué importaría realmente?

    Hasta aquí.......




    Que dicen chicas, ¿la sigo?
     
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  2. chelis
     
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    aaaaaahhh!!!!..... Sigueeeee!!!!!!....
     
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  3. rosie_jonas
     
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    CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥ CAP * FORFA ♥ SIGUELA * CAP ♥ SIGUELA * CAP ♥ PORFA * SIGUELA ♥
     
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  4. chelis
     
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    ;););););)
     
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  5. Alex_Bonita
     
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    Hola Nenas... Adivinen quien esta de vuelta y tiene bubis nuevas!!!.... adivinaron jejejeje!!! como están hermosas??? Lo se sumamente molestas x abandonarlas tanto tiempo, pero verán como ya lo mencione arriba estuve fuera del país durante un mes x dichos motivos mencionados, asi que entre citas médicas, compritas y demás termine ausentándome más de la cuenta jejejeje!!! ahora la gran pregunta es, alguien sigue en el foro??? Quiere seguir leyendo las noves?? o bn ya lo dejamos en santa paz!!! x fitas si alguien aún lo desea déjeme un súper mensajito para seguir publicando habitualmente como ya veníamos haciéndolo okis!!! Las Mega Quiero!!! Bexitos!!!
     
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  6. chelis
     
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    Noo porfaaaaaa!!!!!.... Por lo que mas quieras sigueeeee!!!!....
     
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  7. Yanii Jonas
     
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    Oh por favor siguela !!! me encanta esta nove :3 please!! ;)
     
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  8. chelis
     
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    caaaaaapiiiiissss
     
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  9. Alex_Bonita
     
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    Aloha sexys!! como están? lo se queriéndome seguramente apedrear x desaparecer así como así, chicas de vdd una súper disculpa pero había estado súper full con la escuela, Johnny y demás!!! así que un Millón de perdones!! y bueno ya mejor le corto a mi rollo y me dedico a publicar!! Saben que las Mega Quiero!!! Kissitos!!!

    Capitulo 2

    A Joe no le importaba lo que hacía ella. Lo veía una vez al mes cuando él pasaba por Londres, y el año anterior ni siquiera lo había visto con esa frecuencia. A veces Joe le pedía que organizara una cena de negocios. Pero no era frecuente. Había ocurrido pocas veces, y muy espaciadas. Incluso se solía comunicar con ella a través del personal de su empresa, en caso de necesitarlo.

    Durante el tiempo que llevaban casados, Joe no la había invitado a salir nunca, ni siquiera la había llevado a una fiesta. Solía llevar a otras mujeres en ese caso, pero a su esposa jamás. Joe dormía en el ala de la casa que había acondicionado para él. E incluso las pocas noches que habían dormido bajo el mismo techo, lo había oído salir tarde, y regresar al amanecer. Es decir que ni siquiera se podían contar esas noches como compartidas con él.

    Por un momento recordó cuánto había llorado y se había preguntado qué había hecho para que las cosas fueran así, y que podía hacer para atraer su atención. Con rabia, quiso borrar esos recuerdos de su mente. El tiempo se había ocupado de que aquellos tiempos hubieran quedados sepultados. La joven novia había crecido y era más sabia ahora.

    - Lo siento. Me olvidé de la cita – murmuró ______ en la recepción de la peluquería, y además insistió en pagarla de todos modos.

    El propietario, Corbin, le ofreció comenzar con ella una sesión inmediatamente, pero ella se disculpó diciendo que se le hacía tarde, y se sentó a esperar a su peluquero.

    - ¡OH! Señora Jonas, su guardaespaldas ha dejado un mensaje para usted – le dijo Corbin bajando la voz y la cabeza.

    ______ se puso tensa y pálida.

    - Tranquilícese – Corbin la miró con complicidad -. He dicho que estaba en la sesión de masajes.

    - Gracias – ahora ______ se había puesto sonrojada.

    - Será mejor que le dé el mensaje. El señor Jonas la está esperando en casa.

    ¿Que Joe qué? Joe la estaba esperando.... ¿Joe, que nunca la había esperado en cinco años? ¿Joe estaba en casa cuando no lo esperaba hasta la siguiente quincena? Involuntariamente, ______ se estremeció; se le revolvió el estómago. Sintió terror.

    Corbin se sentó a su lado, y le dijo:

    - Pequeña, tú no eres el tipo de chica para jugar a esto.

    - No sé lo que estás...

    - Llevas viniendo a este salón desde hace cinco años. Y desde hace dos meses no haces más que ponerte sonrojada – suspiró -. Y no quisiera pasar a la historia como un estúpido capaz de facilitarle una coartada a la señora Jonas. Me da la impresión de que tu marido es un tipo capaz de romperle los dedos a quien haga una falta así. Me dan temblores de sólo pensarlo.

    - Lo siento – ______ se sintió avergonzada.

    - Y yo siento no poder ayudarte más, porque ha sido bonito verte feliz por un tiempo.

    - ¿Señora Jonas?

    ______ miró a James, su guardaespaldas, que proyectaba una sombra grande y oscura sobre ella se puso de pie, James le echó una mirada de desconfianza a Corbin, quien se encontraba demasiado cerca de la esposa de su jefe.

    Tan pronto como se acomodó en la limusina se desmoronó. Corbin sabía que ella estaba viendo a alguien. Se sentía tan humillada. Y también se sentía terriblemente culpable. Ese peluquero además tenía miedo de verse envuelto en un escándalo matrimonial. Aunque lo cierto era que nada de eso sería posible, ya que Joe no tenía ni la menor idea de lo que hacía ella. Pero el dicharachero Corbin, que tantas veces se había reído de sus depresiones, estaba sinceramente asustado.

    Todo el mundo le tenía miedo a Joe. Y sin embargo ella jamás lo había oído gritar. Durante los primeros años de su matrimonio, ______ había sentido terror hacia Joe, pero con el tiempo ese terror se había ido difuminando, y adquiriendo la forma real de la indiferencia de Joe hacia ella.

    Simplemente parecía que ______ no existía en la escala de seres humanos importantes para Joe. Él se había casado con ______ para obtener las acciones que su padre le había cedido a ella. Su esposa era parte de un acuerdo de negocios, nada más.

    Y sin embargo, ella hubiera jurado que había habido momentos, al principio de la relación, en que Joe la había mirado con odio; un tiempo en que cada palabra de él sonaba como una amenaza hacia ella, cuando la sola presencia de Joe la hacía sentir en peligro. Entonces había aprendido a evitarlo siempre que podía. Había aceptado casarse con ella por las acciones. Pero no obstante el divorcio no parecía ser una idea que lo convenciera. Y esto era algo que ______ no alcanzaba a comprender.

    Y ahora Joe, que no había dado la más mínima señal hacia ella en cinco años, había vuelto a casa y la estaba esperando. Era algo que la ponía nerviosa. Subió los escalones de la enorme casa aferrada a su bolso como si buscara protección en algo.

    " La esposa infiel ", pensó con tristeza.

    Pero ella no era su esposa en realidad, se recordó, como lo había hecho desde que había conocido a Kevin. Tendría que haberle pedido su libertad mucho tiempo atrás. Pero su padre se hubiera puesto fuera de sí, y se hubiera sentido terriblemente decepcionado.

    ______ se había pasado los primeros diecisiete años de su vida complaciendo a su padre, Harry. Y hacía cinco años, por consejo suyo, se había casado con Joe, y ése había sido el error más grande de su vida. Joe le había quitado la libertad, y no le había dado nada a cambio. Pero todo eso era historia pasada, se recordó a sí misma. Hacía apenas dos meses que su padre había muerto, a causa de la enfermedad coronaria que había dañado su salud durante años.

    - El señor Jonas la está esperando en la sala – le informó Philip, el mayordomo.

    ______ se puso más nerviosa aún. Como norma general, ella no veía a Joe hasta la hora de cenar, por lo que sospechó que algo no iba bien.

    Joe estaba de pie, cerca de la chimenea recubierta de mármol. Era un hombre alto, que irradiaba una presencia extremadamente masculina. Alguna vez había sentido que su corazón se estremecía al mirarlo, que se le aflojaban las piernas, y que le costaba pronunciar cualquier palabra frente a él. Ahora en cambio, ______ lo veía como si entre ellos hubiera una mampara de cristal. Había aprendido a distanciarse de él, como primera medida de seguridad.

    Capitulo 3

    Joe Jonas, el legendario magnate griego, poseedor de un gran poder y una gran fortuna. Tenía una elegancia natural que aumentaba con el exquisito gusto en la elección de la ropa: zapatos de piel acabados a mano, o un fabuloso traje en tela de mohair y seda. Era un hombre por el que cualquier mujer se moriría, había pensado _______ con la ingenuidad y excitación de los diecisiete años.

    Y Joe en efecto, era un atractivo hombre, seductor por donde se le mirara. Un pelo grueso color negro, la piel dorada, los ojos cafés. Y lo sabía, le gustaba que así fuera, y se valía de ello cuando le venía bien. Una vez, aunque ella casi no lo recordaba, ella había sido el blanco de esa energía sexual que irradiaba.

    Pero luego todo había cambiado.

    ______ entró en la sala. La tensión flotaba en el ambiente. Los profundos ojos cafés de Joe la miraron detenidamente.

    - Tienes corrido el labial – y los dedos de él volaron hacia su boca. Luego frunció el ceño y le dijo - No tenemos mucho tiempo, así que voy a ser muy breve y directo. Nos vamos a París.

    - ¿A París? – preguntó ______ como un eco, más que sorprendida.

    Pero Joe ya había abierto la puerta, y le decía impaciente:

    - Vamos.

    - ¿Quieres que vaya contigo a París? ¿Yo? ¿Ahora mismo?

    - Sí.

    - ¿Pero por qué?

    - Un asunto relacionado con la herencia de tu padre.

    ______ estaba más que sorprendida, ya que no se imaginaba que pudiera haber algo pendiente con relación a la herencia de su padre.

    A pesar de que Joe no se había molestado en ir al funeral de su padre, había asumido con arrogancia la responsabilidad de dar instrucciones a sus abogados para liquidar sus propiedades.

    Mientras ______ lloraba la muerte de su padre, sumida en la gran pérdida que significaba para ella, e incapaz de ocuparse en ese momento de cuestiones materiales, Joe había vendido todos los bienes que tenía su padre, absolutamente todos.

    Su hermosa casa, sus inversiones, sus exquisitos muebles y efectos personales habían sido convertidos en dinero en efectivo siguiendo las instrucciones de Joe. No le había dejado a ______ ni un solo recuerdo. Su padre, Harry Swan, podría no haber existido, si sus bienes hubieran tenido que testificar sus sesenta y tantos años de vida en la tierra.

    ______ había quedado impresionada por la falta de sensibilidad de Joe, pero cuando se había dado cuenta de ello ya era tarde para intervenir. Como siempre, sus obedientes empleados habían cumplido sus órdenes eficientemente.

    - ¿Algo que has pasado por alto?

    - No. Algo que andaba buscando, finalmente lo he localizado – dijo con gravedad en el gesto -. Por lo menos es lo que creo. Y por tu propio bien, ruega que no me haya equivocado.

    - ¿Por mi propio bien? No entiendo de qué me estabas hablando – dijo ella aterrada.

    - Espero que no – dijo él dándose la vuelta.

    ______ fue hacia la escalera. Una mano fuerte la frenó.

    - ¿Adónde crees que vas?

    - A cambiarme– contestó ella mirando la mano que la sujetaba, algo que le extrañaba, ya que Joe
    no la tocaba nunca.

    - No hay tiempo para ello. El jet está listo para despegar.

    - ¿Regresaremos esta noche? No llevo nada de equipaje – exclamó ella mientras él la llevaba
    hacia fuera.

    - Te arreglaras sin él.

    Luego, ya en la limusina, preguntó ______:

    - ¿Qué ocurre?

    Joe no le hizo caso y se dispuso a hablar por teléfono durante un buen rato en griego.

    Ella no entendía una palabra. A su mente acudió el recuerdo del día de la boda, cuando ella le había dicho que intentaría aprender su lengua, y él le había dicho:

    - No pierdas el tiempo.

    Ésa había sido la primera grieta que se había abierto en su mundo de fantasía. Antes de que se hubiera terminado el día, la grieta se había hecho más profunda, pero le había llevado algún tiempo de realidad el desvanecer por completo aquel mundo de fantasía que ella tanto ansiaba.
    La situación con Joe la había desquiciado, pero sin embargo guardaba la compostura. Había aprendido a disimular sus emociones delante de él, y ahora estaba sentada tranquilamente en el coche, con las manos sobre el regazo, como si en su interior no sintiera absolutamente nada.

    - ¿De qué se trata todo esto? – preguntó ______ por segunda vez.

    Hubo un silencio sepulcral.

    -Creí que los asuntos de la herencia de mi padre ya estaban todos resueltos – insistió ______.

    - ¿Estás segura? – respondió Joe con calma.

    Algo en el tono de su voz le inquietó. Se volvió hacia él, y se encontró con una mirada de hielo. Tenía la sensación de que se avecinaba un desastre, y el terror a enfrentarlo le provocaba un cierto mareo.

    - Si al menos me explicaras. ¿Qué...? – comenzó a decir ______.

    - ¿Por qué tengo que darte yo explicaciones?

    El desprecio de su contestación la silenció.

    - Eres tan joven...Debes ser la secreta fantasía de todo hombre – le había dicho una vez.

    ¿Quién iba a pensar que esas seductoras palabras habían sido pronunciadas por el esposo que la
    había ignorado durante los últimos cinco años? Sin embargo, Joe había dicho eso la primera vez que se habían visto. ¿Por qué había mentido? ¿Por qué? ¿Acaso había sido por sus tremendas ganas de conseguir las acciones? Seguramente sí. Porque estaba claro que ella no había sido nunca la secreta fantasía de Joe Jonas. Él la había usado, igual que su padre, que se había dejado llevar por la fortuna y el status de Joe.

    Apenada por sus pensamientos, ______ miraba por la ventanilla. Echaba de menos a Kevin.
    Kevin, quien no había sabido siquiera quién era ella la primera vez que se le había acercado. Kevin, el primer hombre que la había tratado como un ser humano con sentimientos y necesidades, y con opiniones propias. Kevin sólo la quería a ella. No trataba de usarla.

    Capitulo 4

    En París le diría a Joe que quería divorciarse. No quería arriesgarse a perder a Kevin. Y estaba deseosa de vivir su propia vida, hambrienta de la libertad que se dibujaba en el horizonte. Joe le había robado su libertad, los años de adolescencia, cuando ella tendría que haber estado saliendo con chicos, divirtiéndose y enamorándose. ¿Por qué no iba a tener derecho a añorar lo que nunca había tenido?

    Sentada en el jet privado ojeó unas revistas, pero no dejó de notar que la azafata se apoyaba en el hombro de Joe, como si fuera de un harén, y quisiera ganarse los favores del sultán. La atractiva mujer trataba de seducirlo. Reconocía todos los síntomas. ¿Quién mejor que ella para reconocerlos? Al fin y al cabo ella también había sido una víctima de Joe. Pero ahora estaba lejos de él, y se sentía orgullosa de la distancia que había podido poner.

    Joe Jonas, era un hombre con un temperamento acorde con su origen griego, con un aspecto de estrella de cine, no se le movía un pelo, ni física ni emocionalmente. Era además un hombre despiadado, caprichoso, arrogante y perverso con sus enemigos o con aquellos que se le oponían. Si ella hubiera sido su mujer realmente, no se hubiera arriesgado a andar con otro hombre.
    Una limusina los recogió en el aeropuerto de Charles de Gaulle, y los condujo por una ciudad atestada de coches. Se bajó del vehículo. El orgullo le impedía preguntar nuevamente adónde iban, simplemente observaba. Él se bajó también, y se dirigió al edificio más cercano. En la mano llevaba un maletín de ejecutivo. Y el edificio, por su apariencia, debía ser un banco.

    Tres hombres los esperaban dentro. Uno de ellos a quien ______ reconoció como el representante de su padre, quiso hablar con ella, pero Joe se lo impidió de manera poco caballerosa. Siempre era así. Intolerante, grosero hacia quienes él consideraba seres inferiores a él. Como el hombre de mediana edad, cara colorada y tensa, que los acompañaba.

    Subieron al ascensor. ¿Acaso había una nueva oferta de acciones en su valiosa línea de barcos? ¿Cómo podía ser tan codicioso un hombre con toda la fortuna y el poderío que tenía Joe? ¿Pero acaso no se había casado con ella por codicia?

    El representante de su padre puso una llave en la mano de ______ sorpresivamente, y se dispuso a partir.

    - Dámela a mí – dijo Joe tenso.

    Debía de ser la llave de una caja fuerte, propiedad de su padre. Por primera vez no hizo caso y se dirigió directamente hacia donde estaba el representante del banco, que ponía en ese momento una caja fuerte sobre una mesa, y luego abandonaba la habitación vacía.

    - ______ – protestó Joe.

    ______ no quiso mirarlo. Pero dijo:

    - Si es de mi padre, es mío.

    - Ten cuidado con lo que dices.

    Sus palabras la hicieron estremecer. Lo miró y se sintió paralizada. En el rostro de Joe se adivinaba la agresión y la violencia a punto de estallar.

    ______ cejó en su intento, y súbitamente dejo la llave al lado de la caja.

    - Si está en esta caja lo que he estado buscando, puedes quedarte tranquila. Pero si no está, puedes considerarte afortunada si llegas a ver el día de mañana.

    No entendía a qué cosa se refería que pudiera estar en la caja. Un sudor frío se apoderó de ella. Sus piernas se debilitaron. Sus ojos color chocolate lo miraron incrédulos. Pero él no la estaba mirando. Estaba metiendo la llave en la caja, temblándole el pulso.

    ______ se lamió los labios secos en un gesto ansioso. Debía tratarse de algo más que acciones. Nunca había visto a Joe perder el control de ese modo. Y ahora, fuera lo que fuera lo que estaba dentro de la caja, estaba frente a él.

    La caja estaba llena de papeles. Joe comenzó a revolverlos, dejando de lado las fotos y cartas, que quedaron esparcidas por toda la mesa. Estaba pálido, y su búsqueda se iba haciendo más desesperada a medida que avanzaba.

    ______ fijó la vista en un sobre grande dirigido a una persona de la que jamás había oído hablar. Ni siquiera reconocía la letra. Entonces vio una foto grande en la que se veía a hombres y mujeres en actividades obscenas. Sintió disgusto. No entendía por qué su padre las guardaba.

    - ¿Qué es todo eso? – preguntó a Joe, puesto que era evidente que él sabía bastante más que ella acerca de la caja y su contenido.

    Él pasó la foto sin demostrar un mínimo de asombro.

    - ¿Qué es? – Preguntó él repitiendo sus palabras con una mueca que simulaba una risa cínica -
    ¡Es una caja de vidas destrozadas! Los secretos de otra gente. ¡Tu padre vivía a costa de sus víctimas y de su miedo, el muy cerdo!

    ______ se puso tensa, pero lo increpó:

    - ¿Cómo te atreves a hablar así de mi padre?

    Joe no la estaba escuchando. Seguía buscando entre los papeles como un loco.

    - Qué me obligara a revolver entre esta basura es el último de sus insultos. ¡Yo, Joseph Jonas, ensuciándome las manos, porque no hay nadie en quien pueda confiar como para que hurgue entre esta colección de errores humanos! ¡Sus trofeos! ¡En lugar de tirarlos los ha conservado hasta el final, el muy cochino!

    ______ casi no se sostenía de pie. No podía dar crédito al crimen que se le imputaba a su padre. Y en su incredulidad todo se le hacía confuso.

    - ¿Qué estás diciendo? – la voz de ella sonó tan débil que apenas se oyó.

    - ¿Estás sorda? – la miró Joe sin piedad -. ¿Por qué crees que me casé contigo? ¿Por tu cara bonita y tu educación de convento? ¿Por tu habilidad para actuar como una dama y saber colocar adornos florales en la casa?

    - Por las acciones – alcanzó a pronunciar ella.

    - ¡No había acciones! ¡Era todo mentira! ¡Ésa línea de barcos ni siquiera existió! – gritó él con enojo, sus palabras retumbaron en la habitación.

    - Me estás mintiendo – contestó ______ a punto de desfallecer.

    La atención de Joe estaba puesta en el documento que tenía en ese momento en sus manos. De pronto, sin aviso alguno previo, dio un puñetazo sobre la mesa.

    - ¡Es sólo una copia!

    - ¿Una copia de qué?

    - ¡Y éste es el fin!

    Joe parecía un león dispuesto a comérsela.

    - El original te lo dio a ti, ¿no es verdad? ¿Te lo dio a ti para dejarte a salvo...?

    - ¿Qué cosa me dio? – casi no podía articular palabra ______.

    - Tú sabes de qué estoy hablando. No te hagas la inocente – dijo él yendo a un rincón de la
    habitación -. Si no está aquí, lo tienes que tener tú. Harry no era ningún tonto. Y sabía que me desharía de ti si caía en mis manos. Así que te lo dio a ti. Entonces, ¿dónde está?

    - ¡Basta ya! ¡Déjame en paz! – gritó a pesar del terror que sentía.

    - Si no me dices dónde está el certificado, soy capaz de cualquier cosa. ¡He vivido extorsionado
    durante cinco años para proteger a mi familia, y no pienso vivir así un día más!

    Joe había pronunciado por fin la palabra, "extorsionado". No podía ser cierto. Su padre no podía haberle hecho un chantaje.

    ______ estaba a punto de desfallecer.

    - Siempre me he preguntado por qué lo había hecho así...que tú tuvieras que ser mi castigo de por vida – soltó Joe como pensando en voz alta -. Pero te diré una cosa, preciosa. Prefiero ir a la cárcel por estrangularte antes que cumplir esta otra sentencia.

    Aterrada, ______ miraba la cara de Joe, y finalmente, de manera misericordiosa, dejó de verla, al mismo tiempo que ______ se desvaneció.

    Hasta aquí.....



    Chicas prometo capis más largos y maratón, ya que hoy estoy ene el hospital de mi papá y no tengo mucho tiempo para publicar okas!!! Besazoz!!!
     
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  10. chelis
     
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    joe es un salvaje!!!!!.... Esa no es la forma de tratarla ni mucho menos hablarle así!!!!!!
     
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  11. dianajb
     
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    hola
    new reader
    me ha encantado la nove
    y joe esta todo addfg
    m que mal que la trate asi pero bueno
    la trama de la nove es asi por ahora al parecer
    y que busca en si joe? ya comienza el misterio :D
    siguela pronto :D
     
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  12. chelis
     
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    ;);););)
     
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  13. Alex_Bonita
     
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    Hola Cariños, yo estoy aquí dando señales de vida, antes de que piensen que fue raptada x los extraterrestres.... ok no el motivo de mi nueva ausencia (lo se no tengo perdón de Dios) es que me desmaye en el Gym y se me cayo una pesa con la que estaba trabajando provocándome otra vez una fractura de muñeca x lo que ahora debo usar una estúpida férula x dichos motivos he tomado la decisión de cancelar temporalmente "El Juego Perfecto" ya que es la nove que más modificaciones sufre asi que solo podre postear esta y la otra okas!!! además de que se vinieron las vacaciones y demás siento no haber podido subir capis antes soy una pésima escritora lo se, en fin...... Bienvenidas las Nuevas Lectoras como ya se los he dicho durante mucho tiempo siéntete como en casa!!!! Chicas saben que las Mega Quiero!!! Kissitos!!!

    Capitulo 5

    _______ recobró la conciencia en la limusina. Joe estaba inclinado sobre ella como cuando ella se había desmayado. En un movimiento brusco del coche, ______ se apartó hacia el lado opuesto del asiento.

    - ¡Aléjate de mí! – le gritó presa del pánico.

    - ¿Eres una criatura muy delicada, no te parece? De pronto te has vuelto un manojo de nervios –
    Joe la miraba con satisfacción perversa; parecía haber recuperado el control -. ¿Dónde está el certificado?

    ______ se clavó las uñas. Necesitaba alguna sensación que le dijera que estaba despierta, que no se trataba de una pesadilla.

    - Te he dicho que no sé de qué hablas.

    - Bueno, si antes no lo sabías, ahora ya lo sabes, y quiero que me lo digas.

    - No puedo creer que mi padre te chantajeara...

    - ¿Un asunto sucio, no? – Joe la trataba sin la más mínima compasión -. Pero él era un
    profesional, de alto vuelo. A él le interesaban los ricos y famosos. Le gustaban los personajes a los que pudiera sacarles dinero. Era muy bueno en su trabajo. Nunca dejaba a sus víctimas totalmente secas, ni los llevaba al extremo de que quisieran matarlo. Los hacía pagar durante mucho tiempo y luego los dejaba en paz, pero siempre se quedaba con la prueba de sus delitos y trapos sucios para protegerse. Hizo una fortuna...

    - ¡No lo creo!

    - ¿Crees que guardaba esas fotos pornográficas sólo por diversión? Si se quedó con la prueba de los trapos sucios de mi familia... -La voz de Joe se hizo más dura aún -. También tenía el certificado original, y como he intentado recuperarlo buscando por todas partes, es evidente que tú lo tienes.

    - ¡Él no me dio nada! – gritó histéricamente.

    - A mí no me vas a engañar. Inténtalo y te romperé...

    - ¡Estás loco! – sollozó.

    - Hasta ahora he sido paciente. He estado en la cuerda floja durante cinco años. La única forma de mantenerme a salvo era seguir casado contigo. Pensé que ibas a irte con tu padre. Pero no lo hiciste. Y hay una cosa que me ha quedado clara. Estás enamorada de mí...

    - ¿Qué? – ______ lo interrumpió.

    - Estás obsesionada conmigo. ¿Crees que no lo sé? – Joe la miró con desprecio -. Cualquier mujer
    normal ya se hubiera desengañado y hubiera dejado de esperar que su amor fuera correspondido... ¡Pero tú no! Te has quedado hasta el final, fiel hasta el fin, ¡sin darme la posibilidad de que pueda quejarme del maldito trato que hice!

    - ¿Fiel? – no podía creer todo lo que oía. Era increíble, pero Joe se creía lo que decía. Estaba
    convencido de que se había quedado a su lado por una cuestión de amor. El nombre de Kevin quería abrirse paso entre sus labios, pero era mejor que no.

    - No estoy enamorada de ti – dijo dignamente.

    - ¡Escucha, estás hablando con el chico que fue tu regalo de cumpleaños cuando cumpliste
    diecisiete!

    - ¿Cómo?

    - ¿Me elegiste en alguna revista de sociedad? ¿O me viste personalmente antes? ¿Me echaste un vistazo y saliste corriendo a decírselo a tu padre? "Papá: éste es el que me gusta".

    Joe hablaba en serio. Realmente hablaba en serio.

    - ¡Tú tienes que estar mal de la cabeza!

    - Hablaremos. Llevo cinco años esperando esta conversación. Todo lo que sé es que el querido
    Harry hizo el trabajo sucio por ti. Me casaste como a un animal...

    - ¡Tú eres un animal, un auténtico insulto a la especie humana! – estalló ______ -. ¡Y encima te
    lo tienes creído!

    - ¡Dios! Mi joven dama sabe alzar la voz – dijo cínicamente Joe -. No parece gustarle la verdad. Hiere tu orgullo. Pero sé que he sido atrapado intencionalmente. Yo no sabía siquiera quién era tu padre la primera vez que fui a la casa. Me hizo una proposición de negocios una tercera persona, y fui citado allí. Y ocurrió justamente que tu padre no se encontraba en casa cuando llegué. Pero, ¡Oh, sorpresa! ¡Estabas tú! Llevabas algo blanco y romántico, y adornabas con flores el recinto, es decir estabas armada hasta los dientes con tus encantos virginales. Lo recuerdo perfectamente.

    - ¡No fue así!

    - Cualquier griego con sangre en las venas se hubiera rendido a tus encantos con mirarte dos veces – le dijo Joe con resentimiento -. ¡Y tú ahí, con toda y tu sonrisa tímida y con rubor en las mejillas, comiéndome con esos ojos cafés como si llevaras una semana de ayuno!

    - ¡Basta ya! – la voz de ______ casi se rompió.

    - Entonces me invitaron a cenar y tú tocaste el piano, y cantaste como un ángel. Todas tus virtudes puestas en juego para mí. Y no sé cómo fue, pero finalmente el negocio pasó a un segundo plano, y se me olvidó. Para que sepas, había sólo dos preguntas que me interesaba hacer, pero no era pertinente hacerlas esa noche.



    Capitulo 6

    - ¿Sí? – ______ trataba de borrar los recuerdos penosos de ese día.

    - ¿Tenías suficiente edad para obtener el consentimiento de tu padre? ¿Intentaba tu padre protegerte del mundo y de los depredadores como yo? El matrimonio no estaba entonces en mi cabeza, y nunca había estado.

    ______ sintió nauseas. Joe siguió hablando:

    - ¿Y de quién fue la idea de que me quedara a cenar? Tuya. Tú le dijiste a él que me querías y eso fue todo. Luego él escarbó y escarbó, hasta sacar a la luz cosas que sólo dos personas vivas sabían, y que ninguna de los dos iba a contar jamás.

    - ¿Qué averiguó? – preguntó ella ansiosa.

    - Tú lo sabes... Harry sabía perfectamente que no viviría muchos años. Y no se fue a la tumba con el secreto – dijo Joe.

    - Él no me reveló nada.

    - Y si tú no lo tienes, debes saber quién lo tiene.

    El chofer abrió la puerta y ella casi se cae del asiento. Miró la calle del barrio residencial casi con pánico. Hubiera querido correr. Ella sabía dónde estaba. Era el apartamento de Joe en París donde ella había pasado una noche de bodas inolvidable, completamente sola.

    - Inténtalo – dijo Joe con tranquilidad -. Corre y verás qué pasa. No llegarías ni a la esquina.

    Aterrada, ______ entró en el edificio frente a ellos, y se metió en el ascensor.

    - Recuerdos... – dijo Joe, como si pudiera ver lo que ella estaba pensando.

    ______ sabía que aún no había salido del estado de shock. No decía nada, sabía que no estaba en condiciones de desafiarlo. Joe estaba preparado. Había estado esperando el momento de la venganza. Del mismo modo que habría esperado la muerte de su padre para liberarse de ella.
    - Hay muchas cosas que puedo hacer por orden de otra persona, pero compartir la cama contigo no es una de ellas. Tu padre podía obligarme a casarme contigo pero no podía seguirme al dormitorio y forzarme a...

    - ¡Cállate! – le gritó ella histérica.

    - ¿Por qué no le contaste nunca la verdad de nuestro matrimonio?

    ______ se tapó la cara en un intento de no oír más.

    - Por favor, más no... – murmuró, y no le importó rogarlo.

    Pero él le sujetó por los hombros con firmeza y le dijo:

    - ¿Por qué aceptaste la triste realidad de tu cama matrimonial vacía durante todos estos años y no dijiste nada? ¿Por qué?

    En un acto impulsivo, ______ salió corriendo y atravesó el hall del inmenso apartamento y alcanzó el dormitorio al otro extremo del corredor. Se metió en él y echó el cerrojo. Tenía el estómago revuelto, y tuvo que quedarse quieta un momento hasta que por fin pudo quitarse la ropa, y meterse en la ducha.

    "Mi padre, lo extorsionaba", repetía sus palabras. Se sentía tan sucia. Era la primera vez en su vida que se sentía verdaderamente sucia. Y no sabía que podía hacer para sentirse limpia nuevamente.

    Su madre. Que había muerto cuando ______ tenía cuatro años, era un recuerdo difuso. Era la hija de un pequeño aristócrata, que se había apartado de su familia por casarse con Harry. Pero Harry no le había dicho a su hija por qué. Nunca se lo había explicado.

    La infancia de ________ había sido una sucesión de niñeras e internados desde una edad muy temprana. Harry viajaba incesantemente, y siempre que le había pedido ir a vivir con él. Había llorado mucho antes de que se diera cuenta de que para su padre ella era exceso de equipaje, y que un hombre frío y distante. De todos modos reconocía que su padre se había preocupado por ella más que por ninguna otra persona.

    Había estado siempre orgulloso de su belleza, de su educación, y su don para la música. Ahora se daba cuenta de que ésas habían sido unas ventajas de gran valor social para su padre. Harry había sido ambicioso con relación a su hija. Había querido que se casara con un hombre rico y poderoso. Él mismo había vivido en contacto con la alta sociedad, y quería que su hija fuera miembro de todo derecho de esa misma clase social. Pero ______ había carecido de un verdadero calor de hogar. Y esa carencia afectiva la había llevado a hacer todo lo posible por ganarse la aprobación y el amor de su padre.

    ¿Cómo iba a imaginarse que Harry no era un hombre de negocios legal? ¿Cómo podía imaginarse que su privilegiada vida había sido financiada con algo tan ruin como el contenido de la caja fuerte? Y menos aún, ¿Cómo podría haber sospechado que había extorsionado a Joe para que se casara con ella?. Finalmente comprendía la farsa de su matrimonio, demasiado tarde.

    Los cinco años habían pasado, no podían recuperarlos ni ella ni Joe. No le extrañaba que la despreciara. Y que estuviera seguro de que ella conocía el secreto que no debía conocerse, "para proteger a mi familia", había dicho.

    Lo gracioso del caso era que ella no tenía la más mínima curiosidad por conocerlo. Joe podía seguir guardándolo toda la vida. En todo caso la familia de Joe eran extraños para ella. No conocía a su madre, ni a sus tres hermanas. Muchas veces se había preguntado qué les diría a ellas acerca de su matrimonio. ¿Pero se habría molestado en explicarles algo? Como Harry, Joe no era amigo de dar explicaciones.

    ¿Cómo podía pensar que ella lo amaba? Era humillante. No sólo se trataba de un marido al que habían obligado a casar a punta de pistola, sino que además creía que su mujer, después de cinco años de desprecios e infidelidades, aún lo amaba.

    El agua de la ducha seguía cayendo, y de pronto ______ sintió que una extraña fuerza se apoderaba de ella. Incluso empezó a sentir pena por Joe. Creía que ella podía usar el chantaje más allá de la muerte de su padre. La noticia de que ella estaba enamorada de otro hombre seguramente sería un alivio para Joe.

    ______ había perdido cinco años de su vida, pero ni un día más. Su padre había ejercido plena autoridad sobre ella. Luego Joe había tomado el relevo, y ella lo había aceptado sin más.

    Y había sentido miedo durante tanto tiempo... Miedo por el mundo que había fuera de su irreal mundo de privilegios. Temor por el desprecio de su padre. Temor de que la verdad sobre el matrimonio terminara con la débil salud de su padre si se enteraba. Pero no más miedos, se dijo.
    Si Joe había sido una víctima, ella también lo había sido. Y sin embargo no armaba tanto escándalo como él. La vanidad de Joe la indignaba.

    Un golpe fuerte sonó en la puerta.

    - _______ ¡Abre! – exigió Joe.



    Capitulo 7

    ______ hizo un esfuerzo por no oír. Ya tenía bastante con lo que había ocurrido anteriormente. No quería saber nada de él. Joe no tenía una sola virtud que pudiera conmoverla. Cinco años atrás sin embargo había sentido una gran atracción por él. Había elegido entonces con el corazón, no con la cabeza.

    - ¡______! – volvió a golpear Joe con impaciencia.

    No era un hombre que respetara a las mujeres. Iba detrás de todas ellas, rubias, morenas, daba igual. Eso sí, todas tenían piernas largas, pechos imponentes y pelo largo. ______ no tenía ninguno de esos atributos, y alguna vez había sido un tormento para ella, ya que la imagen que tenía de sí misma, débil e insegura, no se había visto beneficiada con esta carencia.

    Pero tenía muchas otras virtudes. Y debía agradecerle a Kevin el haberlo descubierto. Kevin le había enseñado a valorarse, poniéndola en primerísimo lugar. Él la había ayudado a aceptarse a sí misma. En cambio Joe siempre la había humillado y despreciado. ¿Y ahora por qué tenía que sentirse culpable? ¿Acaso no había pagado ya los pecados de su padre?

    Cuando estaba cerrando la ducha y alargando la mano para alcanzar la toalla, un golpe enérgico tiró la puerta abajo. Ésta quedó pendiendo de la bisagra, y dejó la figura de Joe al descubierto. Su cuerpo vigoroso ocupando la puerta de la habitación.

    - ¿Para qué te has encerrado aquí? – preguntó furioso.

    - ¿Te has vuelto loco? – ______ se sentía intimidada por la presencia de él, pero también estaba furiosa.

    - ¡Me hicieron responsable de tu bienestar!

    ¿Se refería a su bienestar o a su propia seguridad? ¿Era por ello que había tirado la puerta como un hombre de las cavernas? ¿Tenía miedo de que se hubiera tirado por la ventana o de que fuera a hacerlo? Evidentemente esto último lo hubiera puesto en un aprieto.

    _______, echándole una mirada de incredulidad, comenzó a recoger su ropa.

    - Tu piel tiene el color de las camelias – dijo él.

    Joe estaba mirando descaradamente, algo que la turbaba terriblemente.

    - Tira la toalla – le exigió.

    ______ no podía creer lo que oía. Pero Joe esperaba que su orden fuera cumplida. Lo demostraba en su gesto expectante.

    ______ sintió que se le secaban los labios, que sus pulmones se quedaban sin aire, que un calor asfixiante se apoderaba de su cuerpo entero. Sus pechos de pronto se volvieron pesados, sus pezones se irguieron volviéndose más sensibles.

    - Eres tan pequeña, pero guardas unas proporciones tan perfectas... – musitó él en el denso silencio.

    ______ no podía creer lo que oía de la boca de Joe. Éste era un Joe que ella jamás había conocido, pero que de algún modo siempre había sospechado que podía existir. Era un hombre que despedía una vigorosa sexualidad. Había algo peligrosamente fascinante en la corriente sexual que emanaba de él, algo atávico y elemental. Daba la sensación de ser depredador como él mismo se había nombrado alguna vez con candor. Y lo era, ahora ella lo podía comprobar.

    - ¿Me disculpas? Voy a vestirme, si no te importa – murmuró ella inexpresiva.

    - ¿No hablarás en serio, verdad? – dijo él como si ella fuera la que se estaba comportando de modo extraño.

    ______ estaba indignada. Joe podía dejar de lado el odio y el resentimiento que había entre ellos y pensar en el sexo. ¿Por qué? ¿Por qué estaba medio desnuda solamente? Parecía que el libido de Joe despertara con poca cosa.

    - Quiero vestirme – insistió.

    - Eres tímida. Pero me has estado esperando durante mucho tiempo – dijo él con satisfacción.

    ______ rió. No pudo evitarlo. Era una risa histérica que rompía el silencio como un cristal que se rompe.

    - Basta...

    Se le cayó la ropa de las manos al darse la vuelta y taparse la cara con las manos temblorosas. Era un gesto histérico, descontrolado, que la asaltaba sin aviso. Estaba furiosa por su propia reacción, pero su enojo aumentó aún más cuando sintió los brazos de Joe alrededor de ella, asaltándola por la espalda.

    Se quedó paralizada.

    Él la había empujado contra un cuerpo tibio y vigoroso, amenazándola con un contacto físico tan turbador como desconocido. No podía creer que él la estuviera tocando. Parecía algo irreal. Durante cinco años se había comportado como un leproso que se aparta. Y ahora, de repente, quería tocarla, como si estuviera en su derecho. Pero no tenía ningún derecho, y no deseaba sus manos sobre su cuerpo.

    - Tal vez no sepas dónde está ese certificado. Tal vez lo haya destruido Harry. Pero quizás lo tenga alguien en sus manos esperando para activarlo como una bomba...

    Las palabras que usó la hicieron temblar.

    Joe lentamente la iba dando vuelta. ______ no se había dado cuenta de lo fuerte que podía ser un hombre comparado con una mujer, hasta que Joe la levantó del suelo como si fuera una muñeca y la apretó contra él.

    Descalza no le llegaba ni al hombro, y antes de que él se inclinara hacia ella, las mejillas de ______ rozaron el pecho viril que asomaba por la camisa de seda, cuando se abrió inesperadamente su chaqueta. ______ apenas podía respirar ante la esencia de su masculinidad.

    - Mírame – le dijo cortante.

    - Por favor, déjame marchar – atinó a decir ella.

    Joe le tomó la barbilla y se quedó mirándola, como si no la hubiera oído.

    ______ sabía de los hechos acontecidos esa tarde y el ataque de furia de Joe, habían sido apartados de su mente, y que otras necesidades le urgían en ese momento.

    _______ sintió un torbellino de sensaciones que jamás había sentido. Su cuerpo estaba tenso, y parecía recoger todos los estímulos provenientes de aquella atmósfera.

    - Joe... – se oyó decir, mientras sentía que sus pies se apoyaban en la alfombra.

    - Hace tanto que no te oigo pronunciar mi nombre – dijo él en un tono profundo

    - No... – dijo ella.

    El dedo pulgar de Joe recorrió el labio inferior de ______, haciéndola temblar. Ella intentó moverse, pero la otra mano de él la sostenía con firmeza apoyada en su espalda.

    Joe la miró intensamente, y con el pulgar separó sus labios y se internó en la boca de ella, mientras la palma le acariciaba la mejilla. Era un gesto más erótico que jamás había experimentado, y lo peor era que le estaba desencadenando una serie de reacciones físicas que reconocía como una traición de su cuerpo a sí misma.

    Era evidente que él se divertía con sus reacciones, pero su mirada expresaba además una gran satisfacción. _______ lo notaba en la expresión de sus ojos.

    Joe era un maestro en las técnicas y el arte de seducir, un arte que redundaba en su propio beneficio, aumentando su propio placer. Y estaba acostumbrado a buscar ese placer siempre que afloraba el deseo.

    - Quiero... – ______ no podía decir más de una palabra.

    - ¿Más? – Joe la soltó de pronto, y le sonrió -. La próxima vez que te pida que tires la toalla, hazlo, preciosa – le aconsejó suavemente.



    Capitulo 8

    ______ sintió que esa insinuación podía ser más dolorosa que un puñetazo.

    Cuando la puerta se cerró tras él, _______ se desmoronó. Lo había desafiado, lo había irritado. Estaba confusa. Todos esos años, nada, y ahora...

    ¿Por qué ahora? Recordaba lo que le había dicho momentos antes: que su padre no había podido obligarlo a compartir la cama con ella. Y, sin embargo, cuando afloraban sus instintos, parecía que cualquier mujer le venía bien.

    Lo que estaba claro era que Joe tenía que demostrar que era un macho. Plantearle el divorcio en esas circunstancias hubiera sido contraproducente, porque lo hubiera llevado aún más lejos en sus intentos de intimar con ella.

    No era el mejor momento de hablar de Kevin.

    ______ recogió sus prendas nuevamente.

    La cuestión era que su marido se había dado cuenta de que existía, aunque sólo fuera de la forma que para él contaba una mujer: sexualmente.

    Pero estaba indignada. No entendía cómo se había atrevido a tocarla. No tenía derecho. Y además, seguramente, le era infiel a alguna mujer. Y por descontado se hubiera aprovechado de su deseo, en caso de que hubiera existido. Él era así. Estaba acostumbrado a tomar, no a dar.
    Joe había trabajado duramente para levantar las empresas familiares que había heredado, la herencia de los Jonas. Nadie le había regalado nada, ni le había hecho favores. Y él no hacía tampoco. Pero seguía a sus enemigos hasta la muerte, y cuando tenía a su presa, regresaba victorioso. Luchaba constantemente por su supremacía.

    Ése había sido el aspecto del carácter de Joe que Harry había valorado más. Y finalmente le había servido a Joe en bandeja de plata, tratando de convencerla de que aunque él no hubiera hablado de amor, sería un perfecto marido.

    ¿De qué marido hablaba su padre? Ella jamás había tenido un marido. Pero cinco años atrás ella no había podido adivinar el futuro.

    Lo curioso era que sus recuerdos de los primeros encuentros no coincidían en absoluto con lo de él. Había terminado la escuela secundaria, y había perfeccionado la técnica en arreglos florales, ¡qué tontería! Deberían haberle enseñado mejor, un curso sobre hombres...

    Joe había aparecido en la entrada de la sala de música, sin que nadie lo hubiera invitado o llamado. Lo habían hecho esperar a Harry en la sala de estar y él debía haberla visto por la ventana, porque para llegar a la sala de música tenía que salir de la sala de espera, atravesar el pasillo, pasar por la otra habitación y entrar a la sala de música a través de un ventanal. Así que, ¿Cómo podía tener el descaro de decirle que ella había preparado el encuentro?

    Lo había visto de pronto en la entrada y, si, se había enamorado de él a primera vista. Su presencia la había impactado. Era como un dios griego que se le había aparecido en todo su esplendor.

    - Eres una bocanada de aire de primavera en este triste paisaje de invierno – le había dicho Joe.
    Y probablemente lo había copiado de alguien, pero él había pronunciado esas palabras.

    A ella no se le había ocurrido que él estuviera interesado en ella, sino en las plantas. Porque había surgido una conversación entre ellos. No había demostrado su falta de interés e ignorancia hacia el mundo vegetal, y ella se había dejado engañar.

    Incluso le había dicho que sus ojos hacían juego con las violetas, y ese cumplido le había salido tan torpe como el primero, lo que le dio la impresión a ______ de ser un hombre tímido, a pesar de disimularlo con cierta sofisticación.

    - ¿Tímido Joe?



    Capitulo 9

    Él no le había dicho nada sobre su cita con su padre. Parecía haberlo olvidado más bien, hasta que la empleada había ido a decirle que su padre le llamaba y entonces se había quedado desconcertada al encontrarla con Joe.

    -Le diré que lo está esperando – le había dicho ______ a Joe, y había subido rápidamente hasta la biblioteca de su padre.

    - ¿Quién es él? – le había preguntado a su padre con interés y ensoñación.

    - Joseph Jonas – su padre la había mirado achicando los ojos.

    - Lleva aquí un montón de tiempo. ¿No crees que debiéramos invitarlo a cenar?

    - Parece que ha tenido éxito...

    - ¿Está casado?

    Y lo habían invitado a cenar. Había sido culpa suya, enteramente culpa suya. Su padre había pedido disculpas a Joe y luego los había dejado solos, y en ese rato Joe le había hecho un montón de preguntas personales a _______. No se había molestado en averiguar si tenía la edad apropiada. Sabía perfectamente la edad que ella tenía.

    Al día siguiente la había llevado a dar una vuelta en coche, pero su padre dudó en darle su consentimiento. Este hecho la había puesto en evidencia delante de Joe, quien no habría tenido la menor duda acerca de la sobreprotección de su padre.

    - Tengo la sospecha de que tu padre te va a mirar de arriba abajo a ver si tienes huellas dactilares en algún sitio cuando vuelvas, así que no te besaré. No sé qué estoy haciendo aquí contigo. Eres demasiado joven para mí.

    Y ella había sufrido mucho en la semana siguiente a su encuentro con él, porque él no la llamaba ni daba señales de vida. A Harry la historia le hacía poca gracia, y le había aconsejado que era mejor que no entregara su corazón.

    - Jonas puede tener a la mujer que quiera. Pero no quiero que te ronde, a menos que tenga en la cabeza la idea de casarse contigo.

    - ¿Y se lo has dicho? – le preguntó alarmada.

    - Puede que tú no te valores. Pero yo sí. Te he enviado a los mejores colegios para asegurarme que tuvieras un lugar digno con quien estuvieras. Quiero que te cases bien. Un escarceo amoroso con Jonas es algo que no está en tu agenda. Y puedes estar segura de que no ofrecerá ninguna otra cosa, a no ser que le resulte rentable.

    Joe había aparecido la segunda semana inesperadamente, con una actitud agresiva con ella. Se volvió a quedar a cenar. Harry se encontraba de un buen humor increíble. Pero estaba muy tranquilo, y los observaba todo el tiempo, agregando poco a la conversación.

    Dos días más tarde, su padre la había hecho ir a su biblioteca y le había informado de que él era el dueño de innumerables acciones en una compañía naviera llamada Petrakis International, acciones en las que Joe tenía un interés extremo.

    - Así que se las he ofrecido a él gratis como regalo de bodas – concluyó Harry.

    ______ se había quedado consternada. Sí, ella estaba loca por Joe. Pero que su padre le hubiera ofrecido un capital por casarse con ella le parecía humillante.

    - Joe es griego. Comprende este tipo de trato – le había asegurado -. Y espero que tú también comprendas que un hombre tan duro como Joe jamás hubiera pensado en el matrimonio a no ser que fuera una ventaja económica para él. Esas acciones serán tu dote. La elección es tuya. ¿Lo quieres o no?

    ______ había salido corriendo de la habitación, llorando de rabia y desesperación.

    Al día siguiente, Harry le había informado acerca de su deficiencia cardiaca. Le había dicho que no sabía cuánto iba a vivir, y que estaba sinceramente preocupado por su futuro. Era otro golpe para ______. Harry había puesto a Joe por los cielos. Según Harry, Joe era como un diamante en bruto por el medio social en el que se había criado, pero la iba a tratar con respeto y honor como a su esposa. Ese tipo de arreglo era algo común en Grecia. Si se casaba con Joe estaría a salvo, segura por el resto de su vida.

    - ¡Pero no me ama! – había protestado.

    Harry la miró fríamente y le dijo:

    - Te desea...

    - No tanto como a esas acciones – protestó en voz baja.

    - Depende de ti lo que este matrimonio resulte. Te estoy dando la oportunidad de casarte con el
    hombre que amas.

    ______ volvió al presente, y se retorció las manos. Su padre le había servido a Joe en bandeja de plata. Se lo había dado encadenado y esposado a cuenta de un chantaje. ¡Cómo no lo había sospechado!

    Se oyó un golpe en la puerta. Era una criada anunciando la cena. ______ no podía creer que fuera ya la hora de la cena. Kevin la llamaba todas las noches a las ocho. Sabía que ella jamás salía de noche. ¿Le habría dicho Phillip que se había ido a París? Levantó el auricular del teléfono de la habitación y marcó el número de su apartamento.

    - ¿Dónde diablos estás? – contestó Kevin inmediatamente -. Phillip me ha dicho que "el señor y la señora Jonas no estaban". ¿Qué quiere decir eso?

    - Hemos volado a París...

    - ¿Hemos?

    - Mira, había un problema con la herencia de mi padre y tuve que venir. Mañana estaré en casa,
    querido. Te amo.

    - ¿Qué tipo de problema?

    - Nada importante – ocultó ______. No quería contarle los detalles sórdidos del asunto a Kevin, al
    menos por teléfono.

    - ¿Va a mostrarte las maravillas de París, entonces? – se burló Kevin.

    - ¿Salir con Joe? ¡Estás bromeando¡ – forzó una risa, aliviada de que Kevin no estuviera enfadado -. Te echo mucho de menos. He pensado en ti todo el tiempo.

    - No veo la hora de que llegue mañana.

    - Se me hará eterno... – dijo. "Pero no puedo usar nuevamente a Corbin", pensó, recordando a James, y preguntándose cómo podía quitarse de encima al guardaespaldas.

    Pero _______ se sentía un poco culpable de sus citas con Kevin, ya que cuando ella se había casado en la iglesia, había hecho unas promesas en las que entonces creía...

    - ¿Por qué eres tan cobarde y no le planteas el divorcio, ya que a él le importas tan poco? – le decía innumerables veces.

    ______ suspiró hondo, bajó el auricular en un gesto que quería relajar su tensión.

    Un escalofrío recorrió todo su cuerpo después de dejar caer el auricular. Joe estaba de pie, silencioso y quieto, como una estatua. ______ se quedó paralizada ante semejante visión.

    Quiso decir "Joe...", pero no pudo articular una palabra.

    - La cena... – murmuró Joe -. Pero termina la llamada primero.

    Levantando el auricular como un autómata dijo:

    - Adiós – y colgó.



    Capitulo 10

    Su corazón bombeaba sin parar. Lo vio alejarse de la habitación. No podía haberla oído. En ese caso, seguramente le habría dicho algo. O reaccionado de alguna manera.

    En cambio, Joe había sonreído.

    Al abandonar la habitación, lo oyó decir al criado que ya no lo quería. ¿Habría planeado salir a cenar fuera y luego habría cambiado de parecer? Esperaba que no fuera por su causa. Pero era difícil que Joe hiciera algo por ella.

    - Tengo que hacer unas llamadas. No me esperes para cenar.

    ______ comió sin ganas. Se sentía culpable, irritada, confusa. Toda su vida había sido una
    persona honrada y sincera, hasta que había conocido a Kevin hacía tres meses. Había sido un encuentro accidental, en Harrods. Habían charlado, reído, tomado café. Todo muy inocente. La
    segunda vez también se habían encontrado por casualidad.

    ¿Por qué se sentía de ese modo? No tenía más que pedirle el divorcio a Joe. A él jamás le habían
    importado los sentimientos de ella. Ella había tenido que sufrir el chismorreo público y de la prensa, viéndolo fotografiado con distintas mujeres. Pero eso no era excusa para hacer lo mismo
    que él.

    Llevada por el cansancio y la tensión de todo el día, ______ decidió irse a la cama. Se lamentó de no tener un camisón. Por fin se metió entre las sábanas en ropa interior. Y después de darle más vueltas a la cabeza, decidió pedirle el divorcio a Joe al día siguiente.

    Se despertó sobresaltada. Las luces estaban encendidas, y pestañeó insistentemente como para saber si era un sueño o la realidad. No se acordaba siquiera de dónde había dormido, y cuando se sentó en la cama aún estaba totalmente desorientada. Pero entonces vio a Joe, algo alejado de la cama. Tenía un aspecto horrible, ése fue el primer pensamiento de ______, luego atinó a taparse su desnudez con la sábana. Le brillaba el pelo, estaba sin corbata, y tenía la blanca camisa de seda medio desabrochada, lo que permitía la visión de un pecho masculino ancho y bronceado.

    Los rasgos tensos, la piel pálida. Parecía estar bajo los efectos de un shock.

    - ¿Qué ocurre? ¿Ocurre algo malo? – musitó ella a la vez que bostezaba y descubría en su reloj que era casi de madrugada.

    - Me has deshonrado – dijo con un acento quebrado.

    ______ lo miró medio dormida aún.

    - No comprendo, ¿qué dices?

    - Mi mujer con otro hombre... – le dijo con una expresión de ferocidad en los ojos.

    Pero ______ estaba más asombrada por la frase "mi mujer", que había pronunciado, que por el
    descubrimiento de su infidelidad. Jamás usaba ese término. Y era ofensivo y ridículo incluso en el contexto de ese matrimonio.

    - No lo niegas – agregó.

    ¿Qué pensaba? ¿Qué iba a estar como Penélope, esperando a su marido? Era cierto que había
    estado así durante casi cinco años, pero eso no podía durar eternamente. ¿Y qué le importaba además?

    - ¿Cómo lo has descubierto? – preguntó ella no tan firmemente como hubiera querido.

    - Parece que no te das cuenta de la magnitud de tu ofensa.

    - ¿Has estado bebiendo? – preguntó ______ débilmente, pensando que tal vez fuera el motivo de
    su reacción dramática.

    - ¿Qué tiene que ver eso? ¡Te he oído hablar por teléfono con tu amante! ¡Y no podía creerlo!

    - ¡Oh! – debía haberlo imaginado. Pero él era tan retorcido, que no había demostrado nada en su
    momento.

    - Tengo las facturas del teléfono y también el número al que has llamado desde aquí, y es el
    mismo número.

    - Te lo habría dicho si me lo hubieras preguntado – ______ sentía una extraña sensación
    desagradable que no podía identificar.

    - ¿Qué me hubieras hablado de él? ¿No tienes vergüenza?

    - ¿Por qué tengo que avergonzarme? – pero curiosamente la actitud de Joe la hacía sentirse
    culpable, y eso la irritaba terriblemente.

    - Tú eres... mi esposa – dijo con violencia.

    Instintivamente, ______ se puso en el extremo opuesto de la cama. La rabia iba transformándose
    en miedo. Hubiera querido gritarle que ella era una extraña para él cuando le había dicho que era su esposa, pero no se atrevió viendo el estado de ánimo de Joe.

    Hubiera sido echar leña al fuego.

    - Tal vez mañana cuando estés más razonable – le dijo ella.

    - ¿Por qué lo crees? – preguntó Joe acercándose a ella reptando por la cama.

    ______ intentó alejarse, pero él le sujetó el brazo.

    - ¿Qué estás haciendo? – preguntó ella, desconcertada y temerosa.

    Él dijo algo en griego y la sujetó con el otro brazo.

    ______ estaba aterrada.

    - ¿Cuántas veces has estado con él?

    - No sé. No... Las... he contado.

    - ¡Dios! ¡Lo mataré! Puede que esté vivo aún, pero lo mataré.

    - ¡No digas cosas como ésa!

    - ¿Y tú qué? ¿Qué hago contigo?

    - ¿Conmigo? – ______ estaba horrorizada.

    - ¿Dónde lo has conocido?

    Hasta aquí........



    Avances........

    - De acuerdo. Yo tampoco te perdonaré jamás – atinó a decir entre la almohada, sollozante.

    Fue un error, porque Joe se dio la vuelta y le dijo:

    - Vas a decirme la verdad ahora.
     
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  14. chelis
     
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    User deleted


    Pero que se creeeeeeeee joe????...
     
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  15. dianajb
     
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    User deleted


    me dejas con intriga
    y joe que?
    mmm
    seguila pronto
     
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31 replies since 22/1/2014, 03:04   1249 views
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